24-Manos.

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-¿Tu amiga ya se encuentra mejor? -pregunto mi madre dejando de lado su celular. 

-Sí, después de despertar los doctores la tuvieron dos días más para verificar su estado, dijeron que todo estaba bien y que podía irse. -me senté a un lado de ella en el sillón color carmín. -Ahora debería estar descansando en su casa...

-Sabes que no es tu culpa... -murmuro y paso su brazo por arriba de mis hombros. -Agradece que esta todo bien y no pienses en lo que pudo pasar. 

-Es que si yo la hubiera detenido antes... -apoye mi cabeza en su hombro.

-No podías saberlo Luan. -movió su mano hasta mi cabeza, acariciando mis rulos con cariño. -No te atormentes con eso. 

-Ella es mi hermanita. -me acurruque contra mi madre. -No dejo de pensar en que hubiera pasado si no habría los ojos, yo... -un nudo se formo en mi garganta impidiéndome seguir. 

-Mi sensible niño... -beso mi cabeza sin detener sus caricias. -Se que es difícil no pensar en eso, pero ahora lo que debes de hacer es ver lo bueno. Haruki esta sana y salva en su casa, seguramente este roncando en su cama, porque ya la he escuchado roncar. 

Sonreí y respire hondo calmándome. Cerré los ojos y me obligue a imaginármela durmiendo tranquilamente en su cama y no en la del hospital. Sentí un poco de alivio. 

Mañana iré a verla...

Mañana iré a verla

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Estaba enojado. Quería callarla, quería que aceptara lo obvio, pero ella seguía negándolo y me molestaba. Me molestaba tanto verla negando el hecho de que se moría por mi atención, que deseaba que me girara a mirarla. 

-¿Qué haces? -pregunto seria debajo de mi. 

No conteste, solo quería verla reaccionar a mi proximidad. Al verla alejarme no pude contenerme y termine empujándola a la cama, sus negros cabellos estaban esparcidos alrededor de su cabeza, sus ojos estaban inmóviles mirandome directamente a los ojos, sus manos estaban siendo agarradas por las mías a un lado de su cuerpo al igual que mis rodillas. 

Reencarne en un juego de realidad virtual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora