Smosh The Food Batle

4-El mar de azúcar

La mañana,Anthony,la paso mal pues la noche la paso en vela desde ese sueño de un recuerdo antiguo de su infancia.

Cuando se despejo se dirigió hacia el mar Azuquis,para de ahí poder contactar con el reino Apio.Lo cierto era que le encantaba el mar así que no tenia ningún problema en viajar con la vieja barca y el hombre extraño que estaba junto ha ella.

Cuando por fin estaban en alta mar se veían a los delfines de azúcar saltando y jugando entre las olas,el extraño hombre no quitaba ojo de la espada de Anthony.

-Bonita espada muchacho...
Anthony no contesto,pero el hombre seguía hablando.
-Sabes cuando yo era pequeño tenia una igualita...
Anthony apretó sus puños.
Se oyeron unos golpes al lado izquierdo de la barca,luego al derecho y el barco empezó a tambalearse.De debajo de él salió un enorme tentaculo,y Anthony saco su espada tambaleosamente.El hombre encanvio seguía sentado e inmóvil.El monstruoso tentaculo lanzo su primer ataque,que Anthony paro con destreza.
Derrepente salieron siete tentáculos más y en ese instante el hombre se levantó sacando una pistola blaster lanza churros,y derribando cinco tentáculos enseguida.Anthony se quedo impresionado por la increible destreza del hombre con aquella pistola tan grande.
Cuando al monstruo le quedaba un solo tentáculo emergió lentamente.Anthony se asusto al ver la cara de aquel monstruo pero reconoció de que estaba echo,donut rosado con chispitas,es decir que era un invento de Ian.El hombre silvo y se fue dentro del bote.
-¿A dónde vas?-.Preguntó Anthony.
-¡A por la artillería pesada!-.Contesto el hombre gritando.
Enseguida salió con una
burrito-boom gigantesca.
Espero a que el monstruo abriese la boca y tiro una bomba de burrito.En ese instante el monstruo exploto.
-Puede que no te lo haya contado todo acerca de mí-.Dijo el hombre.
-Me llamo Paul,y en mis buenos tiempos era un guerrero-.Dijo Paul con una mirada fría.
-Vaya no tenia ni idea ,siento mucho el comportamiento de antes señor Paul.
-Tranquilo...creo que ya hemos llegado al reino Apio.