karmaland , un pequeño país lleno de sufrimiento y magia, ¿que puede ser peor?
Rubén es un niño en este lugar y mientras sus aventuras van iniciando más personas se unen en esta historia para acompañarlo en su nueva vida.
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Primera historia...
Los fuertes quejidos se escuchaban , incontables pasos pisando hojas y ramas secas. Las incontables palabras que cada vez se metían en su cabeza.
Los sonidos de los aldeanos golpeando sus armas.
Eso era lo que el pequeño niño escuchaba , mientras corría ya lastimado con anterioridad.
Esta es la historia de Rubén. Un pequeño niño de 10 años. Quien por su naturaleza mágica Es tratado de la peor forma por el pueblo "Karma".
El centro de un gran país.
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Rubén era un pequeño niño, hambriento, lleno de miedo y angustia.
No solo le atormentaban los del pueblo si no que su propia madre había sido asesinada, quizás hasta por los mismos hombres que en estos momentos le estaban persiguiendo
¿Por qué? , es simple , Rubén era un licantropo. Sin embargo el siempre había vivido toda su vida alejado del pueblo.
Los humanos eran crueles , despiadados y sanguinarios.
Su padre había fallecido cuando apenas el tenía 2 años de nacido, defendiendo con garras y colmillos a su familia.
Pero la matanza de su familia no se detuvo en ese momento , un oso albino podía costar al menos 50 monedas de oro.
Por lo cual apenas supieron que había una manada no pararon de casarlos.
Acabaron con su hermana mayor , nieves, y hace unos días con su madre.
Ruben estaba solo , corrió gritando una y otra vez mencionando que era un chico "normal" esperando a que le dejasen de perseguir.
Sin embargo no parecía funcionar así que tras entrar en una cueva finalmente perdió a los aldeanos que le buscaban , el muchacho recorrió el lugar a paso lento hasta que pudo ver el otro lado del túnel, no pensaba que tuviera otra salida y eso le tenía sorprendido.
Estaba sangrando por la nariz, sus rodillas también estaban heridas sin mencionar que estaba llorando al mismo tiempo y cuando cruzó la cueva lo primero que vio fue una especie de casa , era como si fuera un hogar de algún ermitaño, con precaución se acercó y rezando para que le ayudarán golpeó ligeramente la puerta , ya que no lograba alcanzar ni siquiera el picaporte.
Un hombre alto le recibió en la entrada , observándolo
— ah.... Samuel, un niño nos encontró — mencionó el albino mientras sacaba su arco apuntándole al pequeño quien soltó un chillido
A los segundos el recién nombrado entró en escena, con espada en mano. Sonaría cruel pero debían matar al humano Para que su guarida no fuera descubierta. Alzando la espada el de cabellos negros intentó golpear al niño
