De mi propiedad -Manjiro Sano-

02

"Tachibana Hinata"

-Y así nos conocimos -t/n acababa de explicarle a Mikey como se conocieron ella y Ken.

-Oooooh, Ken se la pasaba llorando los primeros días, no entendía por qué pero ya sí. -este provocó una molestia en Ken por ponerlo en vergüenza delante de t/n.

"Maldito Mikey" Pensó Ken y le dio un golpe en la cabeza a Mikey.

-Bueno, me has caído bien t/n, tu también  Takemicchi.

Takemicchi, el rubio de antes, le sonrió y asintió. Se sentía más calmado, ya que no estaba solo en introducirse con ellos.

-Takemicchi, como somos amigos, te cogeré prestado unos dorayakis, ¿vale? -Mikey sin esperar respuesta por su parte empezó a comer dorayakis.

T/n, que estaba jugando con el mechón suelto de Ken, soltó una risa.

-Hacía tiempo que no te veía sonreír. Cumplí mi promesa.

-Yo también la cumplí Ken. Y cállate que si no me harás llorar de nuevo. -t/n hizo ver que lloraba de una manera dramática haciendo reír a todos.

Mikey llevó a T/n a casa en su moto, ya que Ken llevaba a Takemichi a la suya.

Al bajar, le devolvió su chaqueta negra a Mikey, hacía frío y este se la había dejado  lo que duraba el trayecto.

-Ya nos veremos, Mikey.

-Lo haremos, t/n.

Mikey se fue con un sentimiento de alegría en su corazón. El olor de la chica estaba gravado en su chaqueta y no quería quitársela ni lavarla jamás.

Estaba seguro de que la volvería a ver.

Por otro lado, t/n entró a su casa dejando los zapatos en la entrada. Un olor a sopa caliente inundó sus fosas nasales.

Se moría por probar aquella delicia.

-Hola t/n -su hermano la saludó desde la cocina y ella también mientras entraba a la cocina.

-Hola, Akiko.

-Toma -Akiko le pasaba los utensilios necesarios para preparar la mesa y luego ya los colocaba. -¿Qué tal el día? ¿Viste a Hinata?

Akiko no había salido de casa en todo el día. Era un hombre adulto de unos 20 años, el pelo marrón corto por el cuello y de alta estatura. Musculoso, educado, aplicado y puede un poco protector con su hermana pequeña.

-¿¡Cómo que un chico!? -un golpe se escuchó por la casa. Akiko no estaba enfadado sino, más bien, preocupado e intrigado.

-Es majo. Me trajo a casa y me dejó su chaqueta, ya que hacía frío. -t/n sonrió recordándolo. El caliente sabor del pollo paso por su garganta y comprobó, una vez más, que su hermano era un gran chef. -Y no, quería ir a ver a Hina en su casa, pero acabé viendo a Ken.

La cuchara del hermano cayó de su mano al suelo.

No podía creérselo.
Ken.

-¿Hermano? -t/n se preocupó al ver que no reaccionaba, se levantó y le dio un poco de aire que al parecer funcionó.

-Estoy bien, estoy bien. Solo que me he sorprendido por lo de Ken. -Akiko recogió la cuchara del suelo y como si nada empezó a acribillarla con preguntas sobre él y su día.

Al día siguiente, una vez más, se disponía a encontrar a Hinata y, si es posible, hablar con ella.

La inseguridad que le llegó al verla en su clase, hablando con Takemichi, la hizo dudar sobre si ir o no.

Al final, decidió entrar y al acercarse a ella, Hinata giró su cuerpo dispuesta a irse a su clase cuando ambas chocaron.

-Lo siento mucho. -Hinata se disculpó ante ella mientras le recogía los libros caídos.

-¿t/n? -Takemichi la miró a ella e Hinata se bloqueó.

"¿Era t/n? "  Pensó Hinata, levantándose del suelo con el rostro bajo.

-H-hola Hinata, soy t/n.-ella la saludó con los nervios a flor de piel.

Hinata levanto el rostro, deseando que esta vez, fuera real, que no fuera un simple sueño y tuvo su respuesta al sentir los brazos de la otra rodearla.

-Eres tú. Eres real. -dijo Hinata. Dejó de lado el shock y también la rodeó abrazándola.