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"Takemichi y sus cosas raras"

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"Takemichi y sus cosas raras"

Tan solo eran las 5 de la madrugada cuando se comenzaba a escuchar música.

La chica despertó, ya que se había quedado dormida y se levantó sin despertar a su compañía que dormía plácidamente en su cama.

"¿Qué demonios? "

Se pasó la mano por los ojos y cara para despertarse un poco. Salió de su casa al ver al responsable de esto.

-¿¡Se puede saber que haces!? -dijo en un susurro pero alto.

-Nada, solo que me aburría. -en parte era verdad, pero mayoritariamente era porque quería pasar tiempo con su novia, ya que se sentía solo.

Ella chasqueó la lengua y sonrió de lado.

-Bueno, ya no creo poder dormir de nuevo así que dame una vuelta, anda. -se abrazó a él y cerró los ojos aún somnolienta.

-Vale -sonrió y le dio un beso en la cabeza.

Comprendió que era ella la que le daba esa sensación, de hogar, algo cálido. Ella era su hogar en el que podía ser libre, volver a...ser un niño.

Estuvieron dando vueltas en la moto de Manjiro por un rato. Entonces a la chica se le vino a la cabeza que antes de acostarse le mandó un mensaje a Mitsuya para juntarse y comentarle lo que pensaba.

Pero lo dejó estar y se aferró más a él.

-... Tu carita de ángel me engaña, yo soy sano, pero tu me dañas... -Manjiro empezó a cantar y miró a la chica por el retrovisor de la moto la cual estaba que en cualquier momento se caía.

El río y siguieron dando unas vueltas mientras ambos estaban relajados sintiendo al otro.

-¿Como esta ToMan?

-Bien, no sé si conoces a Kisaki Tetta, pero hace poco lo echamos de ToMan. -por dentro deseaba que no se conocieran y ni hablaran.

-Oh, no tranquilo, no lo conozco. -le inundo la calma a Manjiro y dejó ir un suspiro.

-Mejor, a ese chico tienes prohibido acercarte, ¿entendido? -la abrazó y colocó su barbilla en su cabeza mientras la apretaba con fuerza.

-Sí. Buenas noches, Manjiro.

-Buenas noches. -se acercaron y se dieron un beso.

Ya pasaron ocho horas cuando empezaba a despertarse de nuevo.

-Oh, buenos días t/n. -giró su cabeza a la fuente de esa voz y vio a Ken con una toalla en la cintura y el pelo suelto- Acabo de usar tu ducha para que lo sepas .

-Oh, sí, sí. -se pasó la mano por los ojos y luego se recogió el pelo. -¿Cuánto llevas despierto?

-No mucho, veinte minutos más o menos.

Suspiró Draken un pooc avergonzado por lo que iba a decir.

-T/n, necesito que me peines el pelo. -ya vestido, se sentó ante ella dándole la espalda para que pudiera peinarle.

Le recogió el pelo y le hizo la trenza con sumo cuidado y lo mejor posible.

-Ya está, ¿te gusta? -preguntó y luego se mordió el labio.

Se levantó y se fue a mirar al espejo.

-¡Increíble! Siempre te sale bien, hacía tiempo que no veía una de tus gomas en mí. -dijo mientras se tocaba la goma que tenía dibujitos de calavera.

-Gracias.

La puerta se abrió dejando ver a Akiko.

-Buenos días, t/n que sepas que voy a estar en mi cuarto bastante ocupado así que tenéis dinero en la mesa para que os vayáis a comer. -y sin esperar las negaciones que querían decirle se fue.

-Akiko siempre ha sido así. -Ken río- Será idiota.

-Bueno, ya escuchaste, me cambio y nos vamos a comer.

Lo que ambos tenían en mente es que como Akiko ganaba bastante dinero, se lo gastarían todo en la comida. No podían dejar en lo que iban a comer, sobre todo t/n.

Llegaron al restaurante de comida rápida y pidieron todo hasta que no tuvieron más dinero que dar.

-Oye, ¿hacemos un mano a mano? -le propuso la chica una vez que tenían toda la comida en la mesa, hacían falta cuatro mesas para colocarla toda.

-Claro, te ganaré. -sonrió ladino.

-Ya lo veremos. -ambos se miraron y solo eso bastó para que empezaran a comer como locos.

-Joder, estoy lleno.

-¿Qué te has comido, 4 menús? -le dijo ella mientras se lamía los dedos.

-¿Te parece poco? -abrió sus ojos sorprendido por lo que estaba escuchando.

-Sí, yo me he comido ¿cuántos? -empezó a contar - unos 6 menús, dos más que tú. 

Entonces le salió un hipo y Ken la miró y él a ella, estuvieron unos segundos en silencio y luego empezaron a reírse a carcajadas.

-¡T/n! -la mencionada se giró a la voz que provenía de...

-¿Takemichi? -frunció su ceño y su confusión aumentó al ver cómo se inclinaba ante ella.

-Takemichi, la estás incomodando. -Ken le llamó la atención, pero este lo ignoró .

-Porfavor t/n, nunca dejes a Mikey. -lo soltó de golpe, ella no le veía el sentido.

-¿Qué demonios dices?

-Escucha, él no acabará bien si lo dejas, solo quédate junto a él, por favor.

-Sí, sí, ya. Cálmate Takemichi.

El rubio de ojos azules sonrió un poco satisfecho y se fue del lugar, convencido de que podría salvar a Mikey.

-Eso fue raro. -ella volvió a lo suyo sin darle importancia al asunto.

-Si, ya iba a partirle la cara. -río.

-Takemichi y sus cosas raras. -decía t/n con una sonrisa mirando por donde se acababa de ir el rubio.

De mi propiedad -Manjiro Sano-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora