De mi propiedad -Manjiro Sano-

21

"Rompiendo corazones"

-¡Venga t/n, ponle ganas!

La chica estaba exhausta, había estado entrenando con Mitsuya por una hora o a lo mejor más y ya había oscurecido.

-Tienes que defenderte, eres la chica de Mikey y nunca sabes que podría pasar.

Cada vez que alguien le decía que era su chica, el corazón le latía rápido y sonreía inconscientemente.

Volvió a intentarlo de nuevo, más motivada y segura, para empezar una pelea con Mitsuya.

No se daban golpes de verda, solo le enseñaba a defenderse.

-Bien, es suficiente.

-Uff, menos mal. Estoy muerta. -suspiró agotada y sudada.

-Ven, ¿te llevo a casa? -Mitsuya le ofreció agua y ella se la bebió entera.

-Vale, gracias.

Subieron a la moto y por el camino el chico paró y le compró un dulce a la chica. Era un pez y más adelante pararon de nuevo para que Mitsuya hablara con la que era Yuzuha.

Al llegar a casa, se duchó y cayó rendida en la cama, mientras Mitsuya le explicaba a Akiko, de manera cordial y educada, lo que habían estado haciendo sin revelar muchos detalles.

Ya han pasado dos días de aquello y la chica seguía entrenando con Mitsuya.

Su teléfono comenzó a vibrar llamando la atención.

-¿Quién és? -pregunto Mitsuya, curioso. -No te obligo a que me lo digas, perdona.

-Es Hina.

Se incomodó él solo y la chica le sonrió para atender la llamada.

-Hola Hin... -no acabó la frase cuando los sollozos de su mejor amiga la alertaron. -¡¿Hina, todo bien!?

Esto alertó a Mitsuya quien se estaba quitando el sudor del torso, había ganado confianza con la chica a tal punto de que él se quitaba la camiseta.

-Es T-Takemichi. E-el ter... Terminó conmigo. -Hina comenzó a llorar más.

T/n se apartó el teléfono de la oreja a un lado para hablar con el chico.

-Ha habido un problema, ¿me llevas a casa de Hina?

Asintió y la llevó lo más rápido que pudo a la casa.

Ella entró sin llamar, ganándose la mirada de Naoto que era él que la había visto para no darle importancia y volver a lo suyo.

Entró a la habitación de su amiga y la vió en la cama, abrazada a sus piernas, con el teléfono en frente y en él, una foto de Takemichi y Hinata.

-Hola, Hina. -le sonrió y la otra solo levantó la cabeza para hacer que se le quebrara el corazón al verla en ese estado.

-¡T/n! -la abrazó y se aferró a su pecho empezando a llorar ahí- Yo no sé que hice mal, me dijo que no le gustaba y que encontró a otra chica. -apretó su agarre.

T/n se quedó quieta por unos segundos al escuchar lo que acababa de decir.

"¿Otra? ¿Quién? Takemichi, maldito bastardo ".

Luego, pasó su brazo atrayéndola a ella y con la mano libre le acariciaba el pelo.

-Shhh, tranquila. Si él no es capaz de ver lo que hay en ti, otra persona lo hará. Hay más peces en el mar, Hina.

-Ya lo sé, pero... no quiero a ningún otro pez, quiero a mi pez dorado.

T/n se emocionó y su corazón moría de ternura.

-No puedes forzar una relación Hina -pero fue interrumpida.

-¿Me estás diciendo que lo olvide? -levantó su vista para mirarla a los ojos y que sus manos queden en sus hombros.

-Calla y dejame acabar, pero creo que Takemichi es buena persona y tú no le hiciste nada, así que tendrá alguna razón y seguramente lo de la chica, sea mentira. -No estaba del todo segura de ello pero tenía que animarla.

"Eso espero. "

-Yo le di un puñetazo y le dije que lo odiaba.

-Vale, la situación acaba de dar un giro.

Hina comenzaba a recuperarse viendo películas de comedia con una caja de helado de fresa y ella con otra de otro sabor.

El teléfono comenzó a vibrar y lo agarró para atender la llamada.

"Mitsuya"

Antes de decir nada, Mitsuya le dijo -T/n, estoy de camino a casa de Hinata, prepárate, vas a mostrarme lo que has aprendido, discípula.

Y colgó.

Solo habían pasado tres días, pero la chica se había sobre-esforzado demasiado, tanto que estuvo alejada de Manjiro durante este tiempo. Quería mejorar y lo antes posible, para ello se quedó hasta la madrugada viendo videos y practicando en casa.

"Por ti, Baji".