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"Gabardinas Rojas"

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"Gabardinas Rojas"

La puerta de la casa de Takemichi se abrió, la fémina pudo ver a un rubio de ojos verdes sonriéndole y dejándola pasar.

-Hola t/n.

-Hola Chifuyu, hola Takemichi.

-Takemichi dejó de leer la revista y se giró para saludarla- Hey, t/n.

Un tirón en la mano la llevó a la ventana.

-Mira que hermosas vistas.

Chifuyu sonreía, encantado por las vistas, con una pequeña brisa de aire que movía sus cabellos. Ella lo miró de perfil y luego vio al frente.

-Si... -sonrió.

-No existe tal cosa como esto, qué crees que ocurre... ¡¿Oye, Takemichi, estas escuchando!? -se molestó un poco.

-¿Eh? Pensaba que le decías a ella. -dejó la revista de lado y se levantó del suelo, en el que estaba tumbado.

T/n rió y se giró para entrar dentro y sentarse en la cama.

-Chicos -Takemichi habló llamando la atención de ambos- Tengo una idea increíble.

-¿huh? -dijeron los otros dos a la vez.

-Puedo verlo, la cima del mundo de los delincuentes. ¡Vamos chicos!

-¿Qué estás diciendo, Takemichi? -le preguntó la chica mientras recogía su chaqueta.

-¿A dónde vamos? -pregunta Chifuyu, mirando a Takemichi.

Llegaron a la Estación de Shibuya, había gente pero no tanta como para no poder caminar.

-¿La estación de Shibuya? -Chifuyu no entendía porque estaban ahí, pero al ver que ambos se alejaban tuvo que correr hacia ellos -¡Esperarme , chicos!

-Takemichi, ¿A qué te refieres con "la cima del mundo de los delincuentes"? -t/n le preguntó, siguiéndole a un paso acelerado, Chifuyu no tardó en llegar a su lado.

-Chicos, no os dais cuenta, ¿aunque tenéis " La Biblia"?

-¿qué? -dijo Chifuyu.

Ella sólo frunció las cejas y los labios.

"¿Qué esta diciendo este ahora? "

-¿Acaso tienes mal la vista? -miró a Chifuyu y luego se colocó de perfil, cerrando los ojos- Lo que "Shonai Junai Gumi" y "Bukkomi no Taku" nos han enseñado...

En ese momento, ninguno de los dos estaba entendiendo ni una sola palabra.

-¡Todo se lleva a cabo en Kanagawa! -Takemichi alzó el tono, provocando que unas personas se giraran desconcertadas, pero luego volvieron a lo suyo.

De mi propiedad -Manjiro Sano-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora