extra 1: sábado.

454 35 15
                                    

Jean es tan... NORMAL con tantas cosas que, al pensar en el trasfondo, Eren siente repelús. Es obvio que tuvo que ser así con alguien antes que con él, y hundirse demasiado en esas consideraciones le genera malestar. Quiere esa parte de Kirschtein solo para él, ni siquiera le avergüenza reconocerlo.

Está celoso de esos anónimos amantes del pasado, sí.

Es sábado en la noche, terminaron de cenar una cosa llena de vegetales que Jean preparó sólo para presumir.
A Eren le gusta desafiarlo; no compró una mierda y le dijo "ah, pues haz algo con lo que encuentres". La sonrisa engreída de Jean le hizo saber de inmediato que había perdido. Condimentó un par de vegetales (de esos que Jean lo obliga a comprar porque debe tenerlos en la casa sí o sí), los salteó, que esto, que aquello, le añadió a saber qué condimentos (¿desde cuándo hay más que orégano en su casa?) y Eren probó uno de los platillos más ricos de su vida. Y ESO QUE NI SIQUIERA LE GUSTAN LAS VERDURAS, si reniega hasta para agregarle lechuga y tomate a su hamburguesa.

—No te creo, Jean, no improvisaste, esto lo sacaste de algún lado.

La luz en los ojos del cenizo le hizo saber que, así tuviera razón, se mantendría callado. Eren lo odió, aunque, bocado tras bocado, se olvidó de ese sentimiento. ESE PEDAZO DE BASURA, ¿alguna vez Eren podrá ganarle en algo? Aparentemente, no.

—El que tiene IDEA cocina como quiere, Eren. – La burla es un guiño a la primera conversación por mensaje que tuvieron, y Yeager siente cierta nostalgia –y mucho amor– recorrerlo.

Odia que Jean sea tan competente, y le encanta que al mismo tiempo siga siendo un idiota.

Ahora están en la cama, y Kirschtein no le mintió aquella primera noche, como Eren pensó. "Este nomás se quiere hacer ver", no. Ha comprobado que Jean realmente duerme en calzones.
Eren se sentía "la niña pijamas" esas pocas noches semanales en que compartían cama, así que pronto adoptó la costumbre ajena, y debe admitir que es mucho más agradable y cálido así.

Hay palabras que Eren quiere pronunciar hace rato. Llevan ¿poco más de tres semanas? saliendo y lo más lejos que han llegado es una mamada por parte de Jean.

La mejor experiencia sexual en la vida de Eren SIN DUDA, pero ¿no es raro que Jean nunca haya querido llegar más allá? Empieza a preguntarse si es el único que desea... avanzar, subir de nivel, pasar de base. Como se diga.

Y cuando se está preparando mentalmente para preguntarle "Jean, ¿cuándo vamos a coger?", es Kirschtein quien lo golpea con su común honestidad y falta de tacto.

—Eren, pregunta. Se supone que, cuando cojamos, tú vas a ir... ya sabes, ¿arriba o abajo? – se toma un segundo para procesar cómo lo preguntó, y hace una mueca al repasar la elección de palabras. —Mierda, soné bien hetero. Sólo me falta la comparación de la tuerca y el tornillo. – su tono es tan falto de vergüenza, cargado solamente de la diversión usual frente a una broma estúpida, que Eren desea golpearlo en el estómago.

Pero más allá de esos celos imbéciles y sinsentido por pensar "¿a quién se lo dijiste antes que estás tan calmado?", Yeager está... perplejo. Abrió la boca para contestar y no salió una jodida palabra.
Esa mierda lo tomó desprevenido, ¿CÓMO ES QUE LO TOMA DESPREVENIDO MIENTRAS PENSABA EN EXACTAMENTE LO MISMO? Es de no creerse.

Ante el silencio corto pero evidente (que Eren, por más que quiera, NO PUEDE romper), Jean vuelve a hablar.

—En fin, que lo estuve pensando, y no sé qué sería mejor. Tampoco quiero decirte un día "en cuatro patas" y que te traumes. – claro que es un chiste, está buscando sacudir cualquier incomodidad del ambiente, ya que Jean es un puto terrón de azúcar con Eren cada vez que están en la cama. —Ni pedirte que me la metas y te cohíbas porque pensaste que serías pasivo. No sé, ¿lo has pensado? Porque creo que deberías comenzar a planteártelo.

Tu hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora