Mi Nombre es Cameron Sage

Capítulo 3: Un buen comienzo

Podía sentir la acumulación de lo que podía decir que sería un orgasmo bastante maravilloso y se estiró para agarrar la polla de su amante, suplicándole a su polla que esperara unos momentos hasta que pudiera sacar a Oz primero.

¡Sí! Se deleitó con la sensación de los músculos internos de Oz apretarse a su alrededor y logró un empujón más antes de derramarse y colapsar, sin aliento.

Todavía estaba temblando un poco cuando escuchó el "¿Cameron?" de Oz.

"¿Si?" Este fue el momento en que uno u otro de ellos (dependiendo de la cama en la que hubieran terminado en ese momento) recogió su ropa y dijo 'hasta la próxima'.

"Cam, conocí a alguien".

Se volvió hacia Oz. "¿En realidad?" Se le ocurrió que tal vez debería estar molesto, pero no lo estaba. No era como si realmente tuvieran una relación o algo así, incluso después de cuatro meses de follar.

"Si."

"¿Cual es su nombre?"

"Corvus Mallone. Está en mi clase de Teoría del blindaje".

Era sorprendentemente cómodo estar tumbado en la lasitud poscoital y hablar sobre el enamoramiento de su amante. "Creo que lo he conocido, ¿tiene algún tipo de cabello color arena?"

"Sí. ¿No es genial su cabello? Y tiene una sonrisa maravillosa que hace cosas ridículas en mi interior ", dijo Oz con una sonrisa.

"Vaya, lo tienes mal. ¿Sabe él?"

"No estoy seguro. Estuvo de acuerdo en reunirse en el pub este viernes, pero no sabría si sabía que era una cita o no".

"No te preocupes, estoy seguro de que te irá genial. ¿Supongo que esto significa que no volveré a verte?"

"Sí, eso creo. Nada personal, tampoco volveré a ver a Nathan ni a Simon".

"Vaya, ¿Oswald Cucurbita está renunciando a todos sus amigos con los que jode? ¿Estás seguro de que no te tiene bajo algún tipo de hechizo, o quizás una poción? Cameron bromeó.

"Cállate, Cam. Sé que es una sensación totalmente extraña para mí, pero de alguna manera parece que estaría mal", explicó Oz, casi avergonzado por ello.

Cameron se rió. "No te preocupes, Oz, te prometo que siempre pensaré que eres un idiota".

"Gracias, eso significa mucho", respondió Oz y comenzó a recoger su ropa. "En serio, sin embargo, deberíamos ser amigos si te sientes cómodo con eso".

"Sí, eso sería genial. ¿Te veré en clase el martes?"

"Claro, nos vemos el martes".

Mientras lloraba por su libido mientras veía a Oz irse, no pudo evitar estar feliz por el hombre.

XXX

Sabiendo que, si todo iba según lo planeado, estaba a punto de ser arrojado a la presencia de una gente muy desagradable a la que preferiría no tener hurgando en su cabeza, había decidido que las lecciones de Oclumancia estaban en orden.