Mi Nombre es Cameron Sage

Capítulo 15: El final, pero no realmente

Con un pensamiento perdido, cerró la ducha y los secó a ambos.

"¿Qué pasa, estás bien?" Snape seguía gritando, acurrucado en el piso de la ducha, así que ni siquiera estaba seguro de haberlo escuchado. No es que importara mucho, estaba muy claro que no estaba bien. Cameron estaba frenético; Obviamente, Snape estaba sufriendo un dolor insoportable, y no tenía idea de por qué.

Vio que el rojo goteaba hacia el desagüe y lo siguió hasta el brazo de Snape. Estaba rascando y desgarrando la Marca Tenebrosa. En nombre de los Fundadores, ¿qué estaba pasando?

Los gritos de Snape disminuyeron el tiempo suficiente para que él gimiera, "Átame", por lo que Cameron no perdió el tiempo para petrificarlo. Estuvo de acuerdo en que era la única forma de evitar que le arrancara toda la piel del brazo. Además, de esta manera no podría gritar con la garganta en carne viva más de lo que ya lo había hecho.

Cameron limpió la sangre de su brazo y lo hizo levitar hasta la cama. Después de unos minutos, relajó el maleficio para darle a Snape el control de sus músculos faciales para poder ver si las cosas estaban mejor.

"¿Estás bien?"

"Duele," susurró Snape.

“Lo siento, no sé qué hacer para detenerlo”, dijo, mirando alrededor de la habitación como si una solución pudiera dar un paso adelante y presentarse. "¿Ha sucedido algo como esto antes?"

"Cerca. No tan mal".

"¿Cuándo?"

"Diez años."

¿Hace diez años? Hace diez años, los padres de Harry habían sido asesinados. Hace diez años, el Desgraciado Malvado había caído.

Por supuesto. ¿Por qué no había considerado esto antes? ¿Cómo pudo ser tan estúpido?

Observó cómo la tensión desaparecía del cuerpo de Snape y exhaló un suspiro de alivio. Soltando la atadura de todo el cuerpo por completo, se arriesgó a mirar su brazo izquierdo y sus sospechas estaban casi confirmadas.

"Se ha ido", susurró Snape con asombro. "Yo- yo nunca..." Su respiración se entrecortó y Cameron lo miró para ver lágrimas corriendo por su rostro. Se arrastró hasta la cama junto a Snape y apretó su cuerpo tembloroso contra él.

"¿Estás bien?"

"Perfecto."

"¿Y esto no es como antes, cuando se desvaneció?"

Snape negó con la cabeza. "No puedo sentirlo en absoluto. Se fue. Se ha ido", repitió, y Cameron se preguntó a cuál de ellos estaba tratando de convencer.

"Deberíamos llevarte a la enfermería". Se adelantó a la inevitable protesta y agregó: "Además, tenemos que averiguar qué sucedió".

Snape suspiró y se pasó una mano por la cara. "Supongo que tienes razón. Vamos a vestirnos, entonces".

Se dirigieron a la enfermería lentamente, Snape cojeaba más de lo habitual y agarraba el brazo de Cameron durante todo el camino. Cameron pensó que ni siquiera era consciente de ello, por lo que trató de no llamar la atención sobre el hecho y avergonzar a su amante normalmente reservado.