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Jimin

Sus hijos se le estaban yendo de las manos, Soobin ya era sexualmente activo y Nayeon no dejaba de meterse en problemas, en ese mismo instante se encontraba sentado en la oficina del director de la escuela de su hija.

-Señor Jeon, quiero decirle que me da gusto verlo pero desearía que fueran en otras circunstancias.- Murmuró el señor Collins.

-Lo mismo digo, señor Collins.- Jimin le sonrió.-¿Qué hizo esta vez mi diablillo?-El director suspiró.

-Amanda Reynolds.- Jimin quiso reir de la cara dramática del director, pero mantuvo su semblante serio.- Pegó un chicle en su cabello, lleno su lonchera de cucarachas y umh...

-¿Qué pasa?

-¿Su hija asistió a la fiesta de Amanda?

-Me pidió permiso para ir más no sé si estaba ahí.-El director alzó una ceja.

-Bueno, en la fiesta ocurrió algo, una cadena de oro blanco fue robada y encontrada en el casillero de Nayeon, ella dice que no fue y que ni siquiera estaba en la fiesta cuando paso eso.

-Y ¿dónde dice que estaba?

-Con Kim Eunwo, en una cita romántica.

-¿Esas fueron sus palabras?

-No, eso lo dijo Eunwo, Nayeon usó un par de palabras antisonantes.- Un par de gritos se escucharon desde afuera.

-Maldita perra mentirosa, tú misma pusiste esa cadena en mi casillero, yo ni siquiera fui a tu maldita fiesta.-La voz de Nayeon se coló por todos lados, el director y Jimin se levantaron de inmediato de sus asientos; Amanda Reynolds estaba sentada en una silla, su rostro estaba contorsionado en una mueca de miedo, Nayeon le gritaba desde el lado opuesto de la habitación, Eunwo la sostenía de la cintura evitando que fuera con la otra chica.- Diles que me tienes envidia y sólo quieres verme hundida, no soportas que Eunwo me quiera a mi y no a ti.

-Silencio.-Dijo Jimin con voz fuerte, Nayeon dejó de gritar y patalear.- Los dos, a la oficina.- Ambos chicos caminaron entre Jimin y el director.

-¿No ha pensado en ser prefecto?*- Jimin rió, ambos hombres entraron a la oficina.

-¿Qué pasó?

-Amanda Víbora Reynolds, eso pasa.

-Pensé que ya eran amigas.

-¡Yo también! Pero cuando llegue hoy, todos me miraban con, ni siquiera sé como me miraban, era una de esas miradas desaprobadoras que me da papá, y yo no sabia porque, no había hecho nada malo, pero luego llegó el señor Collins a decirme que abriera mi casillero y ¡bum! una hermosa cadena de oro blanco estaba ahí.

-¿Tú la tomaste?-Preguntó Jimin.

-¡No! Me duele que no confíes en mi, papá.

-Confió en ti, es sólo una pregunta.

-Yo no fui.-El director miraba entre hija y padre, los estaba dejando discutir para ver a que punto llegaban.

-Sabes que robar es un delito, ¿cierto?- Nayeon lo miró, sus ojos verdes eran como dos rendijillas.

-Lo sé, papá, podré ser cualquier cosa pero ladrona, no.

-¿Por qué Amanda dice que fuiste tú?

-Porque me odia.

-¿Por qué te odia?

-Porque Eunwo me quiere a mi y no a ella.- Jimin miró al castaño, sus mejillas estaban rojas.

Sky (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora