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Cuatro meses después

Jungkook

La casa estaba vacía, los niños estaban en la escuela y ¿Jimin? Eso era lo que se preguntaba, esos últimos siete meses Jimin había estado distante y triste, y no sabia porqué.

Ahora, se escapaba de casa cada mañana y no decía a donde, simplemente se iba.

Había llegado a pensar que le estaba siendo infiel, pero, Jimin lo amaba, él no podía estar engañandolo.

Pero aún así se había vuelto tan paranoico que busco en todos lados evidencias de infidelidad, pero no encontró eso, no, él encontró algo mucho peor, algo que le rompió el alma en mil pequeños pedazos.

Tres cartas y los resultados de los análisis.

De hace siete meses.

Harry tenía un tumor cancerígeno.

Y no se lo había dicho.

Y ahora Jungkook había empapado las cartas con sus lágrimas y la tinta se había corrido, sólo eran un desastre de papel mojado y tinta negra, pero eso estaba bien, porque Jimin no las necesitaría, él viviría y les diría en persona lo que estaba escrito ahí, y Jungkook podría escuchar su hermosa voz diciéndole te amo, porque Jimin lo haría, él era fuerte y podría con eso.

Jungkook no necesitó un puzzle para unir las piezas, Jimin estaba en el hospital recibiendo tratamientos y no en la cama de otra persona como lo había imaginado antes.

Así que salió de la casa con la intención de llegar a Jimin, pero alguien se interpuso en su camino y ese alguien era Nam.

-¿Te encuentras bien, Jungkook?

-Sí, tengo que irme.-Trató de rodearlo pero Namjoon lo seguía.

-Tengo que irme, con permiso.- Parecía un baile de parejas, si Jungkook se movía Nam también lo hacia, y eso estaba haciendo a Jungkook perder la paciencia.- ¡Maldita sea, Nam, muévete!

-Estás Muy alterado, ¿no quieres que te ayude?

-Lo que quiero es que te muevas.- Tal vez Jungkook estaba teniendo un ataca de pánico y tal vez Nam lo estaba ocasionando.

-Jungkook, no puedo dejarte ir así, mírate, estás hiperventilando .-Y Jungkook lo estaba, sentía que se le acababa el aire y no podía respirar, su pecho dolía como si le estuvieran enterrando mil dagas, pero no lo eran, lo que sentía eran los mil pedacitos en los que se había roto su corazón. Y joder, vaya que dolía.

-Tengo... que... irme.-Murmuró a duras penas, Nam lo sostuvo por los brazos y en lugar de llevarlo a su auto, lo besó, y Dios sabe que Jungkook casi se vomita en sus labios, porque no eran los de Jimin.

-Kook.-Susurró una vocecita, empujo a Nam haciendo que cayera en el piso, y lo vió.

Jimin estaba delante de él con la cara llena de lágrimas.

-Ayudame.-Fue ahí donde se percato de la sangre entre sus piernas, salía por montones.

Y Jungkook casi cae en un nuevo ataque de pánico, pero corre y sostiene a Jimin de la cintura, está tan débil que se deja caer, Jungkook lo carga en sus brazos y lo lleva a su camioneta, Nam trata de ayudarlo, pero Jimin le grita con las pocas fuerzas que tiene.

-¡Vete a la mierda, maldito hijo de puta!

Jungkook conduce lo más rápido que puede, su mano no se despega de la rodilla de Jimin en ningún momento, y tiene ganas de gritarle por mentirle, pero no lo hace, porque se está muriendo.

Sky (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora