La Colisión del Pasado y EL Futuro = GIYUTAAN

Capítulo tres: La mascara

"- ¿Nos volveremos a ver?

-Te aseguro que yo te veré, pero tú no me reconocerás.

- ¿Por qué dices eso? Suena muy cruel, se supone que aquí yo soy el que da los golpes de realidad, no tú.

-Creo que tienes razón. Pero sé que lo harás.

-Te esperaré.

-No quiero que lo hagas, somos muy jóvenes, no quiero atarte a mí, por más que te amé, sé que nos veremos de nuevo hasta dentro de muchos años. Preferiría que hagas una vida, que tengas una familia, quiero que seas feliz.

-Soy feliz cuando estoy contigo.

-No quiero que sufras solo por estar esperándome. Nada será igual, y yo ya no seré el mismo.

-No importa lo que pase, yo te buscaré en mil vidas si es necesario para estar de nuevo a tu lado."

Al día siguiente Tanjiro, Zenitsu e Inosuke se levantaron temprano para poder entrenar un poco y hablar con tranquilidad. Mucho antes de que el sol saliera.

- ¿Por qué no podemos decirles que venimos del futuro, Gonpachiro? – preguntó Inosuke.

-Es Tanjiro – corrigió mordiendo una manzana que había robado de la cocina del señor Urokodaki – Verás, no sabemos que podría pasar si les dijéramos que somos del futuro, además no sabemos si nos crearan o no.

-Inosuke, Tanjiro tiene razón, lo mejor es mantenernos callados.

-Tenemos que encontrar rápido una manera de volver – comentó el pelirrojo.

-Yo no le veo la prisa – comentó Inosuke acostándose en el suelo.

- ¡Hay que disfrutar! ¡Estamos en el pasado! No todos los días nos sucede eso – exclamó Zenitsu con una sonrisa. Estaba aliviado, alejarse un poco de todo lo que tenía que ver con su presente lo tenía tranquilo, en esos momentos, el futuro que los esperaba se encontraba lejano.

-Nezuko se quedó en nuestro tiempo – declaró Tanjiro con preocupación en su voz.

- ¡¿QUÉ?! ¿NEZUKO-CHAN SE QUEDÓ SOLA? HAY QUE VOLVER – gritó Zenitsu tomando a Tanjiro por la camisa - ¡TENEMOS QUE VOLVER!

- Eso mismo les he intentado decir – dijo el pelirrojo tratando soltarse del agarre de su amigo – Pero creo que la única manera de volver es que ese demonio nos envié de vuelta.

- ¡Tenemos que encontrar a ese demonio y matarlo de una vez! – exclamó Inosuke sacando ambas catanas, listo para pelear.

- Será muy difícil encontrar a un demonio así – suspiró restregándose las manos por el rostro – No sabemos si quiera, si es estos ya es un demonio - El creciente entusiasmo de Inosuke decayó de golpe y las expresiones exageradas de Zenitsu desaparecieron de la misma manera en la que llegaron. Los tres se comenzaron a preocupar.

Demasiadas cosas habían pasado en tan poco tiempo, eran mucho que procesar, demasiados segundos que digerir, todo había sucedido muy rápido.

Se escuchó como varias ramas que habían caído de los árboles se rompían. Inosuke estaba preparado para atacar, Tanjiro y Zenitsu dejaron sus catanas en la cabaña, no iban a ser de utilidad.
De los arbustos salieron Sabito, Makomo y Giyu. La niña llevaba consigo una canasta llena de fresas.

- ¡Hola chicos! – saludó Makomo con una gran sonrisa – Los estábamos buscando – Giyu tenía la mirada clavada en Tanjiro, y este solo intentaba mantenerse firme y no voltearlo a ver – Estábamos preocupados, desaparecieron sin decir nada. El señor Urokodaki pensó que los habían llamado a una misión.