Las Musas de Jeon Jungkook | KookV

15. "Una última vez" (Taehyung)

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Miércoles

El sonido del reloj en mi pared era lo único que rompía el silencio de la habitación, me rehusaba a salir de la cama aquel día, tenía el corazón contraído y la cabeza llena de ideas y recuerdos. Podía sentir la ansiedad y el temor crecer dentro de mí y me hacía doler el pecho, me sentía enfermo, incapaz de dar la cara al mundo, incapaz de hacer cualquier cosa, incapaz de siquiera pensar.

Giré varias veces en la cama intentando conciliar el sueño, deseando que el día terminara, pero mi cerebro se negaba a dejarme de atormentar. Recordé cada historia de "las musas", mis notas, mis teorías, la molestia que me generaba escuchar sobre lo maravilloso y perfecto que era Jeon Jungkook, sobre lo cálido de sus brazos y lo dulce de sus besos, me molestaba que todo fuese verdad y mucho más el hecho de no haber sido el único en experimentarlo.

Jueves

Saqué la caja con toda la investigación sobre "las musas de Jeon Jungkook", después de hojear descuidadamente la libreta de notas, me sentía peor que el día anterior, arrojé de golpe el libro de Jungkook a la caja y la empuje de vuelta bajo la cama.

No iría con él, estaba seguro que si lo hacía nunca podría dejar atrás todo lo que sabía, no podría vivir con la idea de que todo terminaría pasando un mes, no soportaría perderlo, yo no podría seguir con mi vida como el resto.

Viernes

La idea de quedarme en casa y dejar partir solo a Jungkook se había fijado en mi mente, y me mantenía más tranquilo. Por fin abandone mi casa para dar un paseo y comprar algo de comer, mis ahorros comenzaban a agotarse y sabía que pronto debería buscar un empleo.

Después de comprar lo necesario para la siguiente semana, regresé a casa y me tiré en el sofá a mirar lo primero que apareciera en televisión, pero apenas adquirí una posición cómoda, alguien llamó a mi puerta.

-¿Qué haces aquí? -fue lo primero que pude decir al verlo frente a mi puerta.

-¿Es broma, cierto? -dijo Donghae mientras entraba en mi casa agitando un papel con desesperación- Esto es una broma, ¿verdad Taehyung? -arrojó aquel papel a mis pies apenas me gire tras cerrar la puerta. Tomé la hoja sin decir nada y pude ver que se trataba de mi renuncia.

-No, no lo es -respondí serio mientras le trataba de entregar la hoja, sin embargo, empujo con desprecio mi mano y comenzó a caminar desesperado por el salón.

-No puedes hacer esto -el tono de su voz era más alto- No puedes hacerme esto Taehyung -me tomó con fuera por los hombros, algo que me hizo tragar fuerte por los recuerdos que me hizo revivir de pronto.

-No me necesitas, mi trabajo no es importante y puedes reemplazarlo con facilidad, además yo no estoy haciendo nada -apoyé la carta contra su pecho y lo alejé con brusquedad de mí- Así que, si solo has venido a decirme esto, si, es mi carta de renuncia y no, no es una broma -caminé hacia la puerta y la abrí invitándolo a salir.

-Tae, por favor, creo que estas mal interpretando las cosas, y de nuevo estas actuando impulsiva y inmaduramente -se acercó de nueva cuenta hasta mí, esta vez con aquel tono de voz que siempre utilizaba para intentar "tranquilizar" cuando "mal entendía las situaciones"- Yo no te necesito, y como lo dijiste tu trabajo puede ser reemplazado fácilmente, eso debería hacerte entender que me debes mucho y por la misma razón ser agradecido y darme por lo menos una buena historia antes de salir huyendo como acostumbras -posó su mano sobre mi mejilla y la acaricio lentamente, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y pude sentir como mi estómago se contraía.