16. "Un cuento de hadas"

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Su sonrisa brillaba como nunca, mantenía la vista fija en el camino y de ves en cuando me dirigía una breve mirada y un beso fugaz.

Había olvidado la última vez que viajaba en auto por la carretera, algunos recuerdos de mis viajes familiares regresaron a mi mente y me mantenían con una sonrisa boba en los labios, recordar a mi padre contándonos alguna historia de cuando era niño, mi madre comentando los planes al llegar a nuestro destino, mi pequeño Baek dormido sobre mi hombro y, yo imaginando las mil aventuras que podría contar a Jimin al regresar a casa; la nostalgia me invadió por unos instantes y la molestia en la garganta comenzó a crecer, ¿hacía cuanto tiempo que no hablaba con mi familia?.

Pronto se cumplirían 5 años desde que mis padres y mi hermano menor se habían mudado a Canadá, desde entonces no tenía comunicación con ellos, y cada día me arrepentía un poco más por haber sido tan terco, tan iluso, si tan solo me hubiese ido con ellos, si tan solo hubiera preferido a mi familia en lugar de...

Sacudí la cabeza intentando despejar mi mente, olvidar toda aquella amargura y de nueva cuenta concentrarme en el presente, fije la mirada en la ventana y disfrute del paisaje, unos minutos más tarde me había sumergido en un profundo sueño.

No supe cuántas horas llevábamos de camino, ni cuantas faltaban, el silencio del auto y la ausencia de movimiento me hizo despertar; giré torpemente en el asiento intentando ignorar el dolor y el entumecimiento de mi cuerpo por permanecer tanto tiempo en la misma posición.

Despejé un poco la mirada y pude notar que Jungkook no estaba en el auto, miré a mi alrededor y noté que nos encontrábamos estacionados en una calle lo suficientemente estrecha para 2 autos, con aceras bajas y rodeada de casa, tan pegadas las unas a las otras que bien podían pasar por una misma. Un camino empedrado y los colores vivos de las casas daban ese perfecto aspecto de pueblo de provincia, claramente ya no estábamos en Seúl.

Mi pulso se aceleró al escuchar la voz de Jungkook acercarse, parecía conversar con alguien, por alguna razón fingí dormir, no sabía cómo reaccionar y fue lo único que pude concebir como buena idea.

-En verdad no tenías que hacerlo, te lo dije, estoy mejor que nunca -pude distinguir la voz de una chica.

-Lo sé, lo sé, pero no puedo evitar preocuparme, eres más importante para mí de lo que me gustaría y por eso me tienes aquí -sentí un nudo en la garganta, y la necesidad de abrir los ojos y ver a aquella persona tan "importante" para Jungkook se hizo casi insoportable.

-¡Awww!, me matas de ternura Kookie -y un escalofrió recorrió mi espalda obligándome a moverme- pero de verdad eres un exagerado.

-Tengo el derecho a serlo de vez en cuando, ¿no crees? -esa comodidad en su voz, esa forma natural de hablar, me incomodaba.

-Vaya que en verdad es lindo ¿he? -la voz de la mujer se escuchó casi pegada a la puerta del auto.

-Lo sé, ahora aléjate de la puerta o lo despertarás y no quiero que lo primero que vea sea tu cara de zombie -aquellas palabras tan alejadas de su habitual manera de ser, seguidas de una fuerte carcajada de parte de ambos, incrementó mi incomodidad, no lo iba a negar, sentía celos de aquella mujer que conocía esta, hasta ahora fase desconocido para mí de Jungkook.

-Bueno, entonces lárgate de una vez -dijo al terminar de reír aquella chica- deja de preocuparte tanto por mí y vete a disfrutar de "tu príncipe" -¿le había hablado de mí?

-Está bien, me voy, solo por favor, prométeme que cualquier cosa que necesites, sea la hora que sea, me llamarás -me quedé completamente estático, en el fondo de mi, algo gritaba que solo se preocupara por mí y nadie más.

Las Musas de Jeon Jungkook | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora