03 | LA TENTACIÓN EN UN CHICO.

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Advertencia: contenido sexual explícito


Él estaba usando su pierna para tentarle.

Y lo había conseguido.

Siempre lo habían tentando, pero todas eran mujeres necesitadas de sexo, no un hombre. Eso se sentía más extraño de lo que pensaba, pero lo que era más extraño, era que le gustaba. Ese chico de verdad le gustaba. Era un hombre pero... ¡Quizas él podía estar solo con esa persona!

Los gemelos se habían emborrachado como si se tratase de la última oportunidad de su vida para hacerlo.

Fue entonces cuando Sunoo se dio cuenta de que estaba Sunghoon estaba consciente. Tuvo que envolver un brazo alrededor de su cintura para sostenerlo. Por lo tanto, la gemela también estaba lo suficientemente consciente para caminar por si sola, parecía que ambos tenían resistencia con el alcohol.

—Vamos, te llevare a casa. Necesitas dormir.

Enroscando un brazo alrededor de su cuello, Sunghoon sonrió. Le hizo un gesto a la chica de coleta alta para que lo siguiera, medio cargó, medio arrastró a él azabache fuera de la barra.

—¿A dónde vamos?— Preguntó Sunghoon una vez que obtuvieron sus chaquetas y salieron fuera, a una noche de diciembre. Había frío y humedad, pero no mucho viento.

—¿Dónde vives? —Después de un momento Sunghoon le dio su dirección—. Ahí es a donde vamos entonces —Dijo empujándolo hacia su coche.

Sunoo abrió el coche y empujo a el más alto en el asiento del pasajero.

El camino a el departamento de Park había sido corto, pero demasiado escandaloso para él rubio. Los gemelos no dejaban de discutir por cosas sin sentidos. Aunque La Paz había llegado cuando él dejó a la chica en su departamento antes de llegar al de él azabache. Sunoo había mantenido sus ojos en la carretera todo el tiempo. Y cuando por fin llego, detuvo el coche delante del edificio.

—¿Este es el edificio donde vives?

—Si. Es ese.

—Entonces llegamos —Le sonrió tiernamente.

—Gracias por el aventon, supongo.

—No es nada. Adios Sunghoon.

Sunoo no miró cuando Sunghoon abría la puerta, pero tuvo que mirar cuando tropezó y cayó al suelo.

—¿Te encuentras bien? —Pregunto con preocupación y salió del coche.

—El mundo está girando —Murmuró Sunghoon—. Que extraño. No me siento borracho.

Sunoo lo levantó con delicadeza. El más alto pasó un brazo alrededor de su cuello y se apoyó en el.

—Vamos cariño —Le dijo después de un suspiro, comenzando a caminar—. ¿Dónde está tu departamento?

—Allí. Sexto piso. El ascensor no funciona.

Era de imaginarse para su mala suerte.

Cuando finalmente llegaron al departamento, se apoyaron contra la puerta, recuperando el aliento.

—Puedes manejar el resto por tu cuenta ¿Verdad?

Sunoo se enderezó cuando recibió un asentimiento por parte de él contrario. Se dio la vuelta para irse, pero una mano cogio de su chaqueta, mirándolo.

—¿Que pasa?

—No, nada...

—¿Te gusto? —Preguntó de pronto, provocando que la boca de su acompañante se abriese de la sorpresa, él se río ligeramente. Park se dio cuenta que el chico estaba hablando de una forma demasiada directo con él—. ¿No es así? Que extraño. Tú sabes que soy un hombre, pero... ¿Porque siempre me sigues? —El rostro de Sunghoon se tiñó de rojo cuando escuchó a Sunoo formular aquella pregunta. Parecía que incluso sabía todo lo que su corazón decía—. ¿Tienes miedo de que tu hermanita me robe? Al final de cuentas no me importaría, soy un hombre. ¿Que tipo de relación tendríamos? —Se miraron el uno al otro en silencio, el único sonido en la escalera era el de su respiración entrecortada, sin estar consciente de sus movimientos, Park negó con la cabeza—. Entonces, no quieres que tu hermanita me robe, pero tampoco me quieres, ¿Es así verdad? Que egoísta eres.

call boy!  › sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora