𝐄𝐧𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐚| 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫

°008°

POVS/NARRADORA:

Mi mamá evoluciona. Ha aprendido muchas cosas sobre ella misma y, aunque a veces vuelve a sentirse mal, ya no se aísla como antes en su habitación. Esta mañana antes de salir con Sophia al colegio me dijo que pasaría a recogerme para almorzar fuera porque quería consultarme algunas cosas. Eso me tiene un poco intranquila. No vaya a ser que nos mudemos a Canadá o algo así. Sonaba bastante seria.

***

En el colegio la novedad fue que recibí dos invitaciones para ir a la fiesta de promoción de quinto año. Ignacio el chico más lindo de todos y Patricio el segundo chico más lindo, pero fue el primero en invitarme. Así es que a Ignacio le tuve que decir que iría con Patricio. Sophia casi me ahorca. No entiende por qué, si todo el año me la he pasado hablando de Ignacio y pendiente de sus movimientos, cuando está a punto de suceder lo que yo más quería, lo arruine todo. Es que ya no me importa tanto. Ignacio o Patricio me dan lo mismo desde que conocí a Aidan. "Estás loca, ____", dijo Sophia. Me dio un beso y se fue con sus padres que pasaron a buscarla. Mi madre me esperaba en el auto. Hacía mucho que no me recogí del colegio. Se había puesto una falda negra que le quedaba linda. Traía lentes de sol y un peinado nuevo.

-Hola, ma. ¡Qué linda estás!

-Gracias, ¿Te gusta?

-Mucho. ¿A dónde vamos?

-Depende. ¿Qué quieres comer?

-Ya sabes, mamá.

- ¡Ay no! ¿Pizza? Todas las semanas comes pizza, _____....

-No todas. Además, tú me preguntaste.

-Pero es que hoy es especial. Vamos a celebrar algo.

- ¿Qué?

-Tenemos que pasar a recoger a tu tía Virginia.

- ¿Qué vamos a celebrar?

-Tranquila.

-Es que no me gustan las celebraciones, ya sabes...

-___, ¿Puedes confiar en tu madre?

-Bueno, ma. Pero igual no tengo ganas de comer pizza.

***

Llegamos a un restaurante italiano. Yo ordene pizza; mi madre, canelones y mi tía lasagna vegetariana. El tema era lo siguiente. Resulta que mis padres estaban legalmente casados y luego de su separación mi madre no quiso hablar con mi padre por lo que nunca se divorciaron. Ahora, mi madre iba a pedírselo en cuanto supiera en qué parte del planeta vivía. Yo solo sabía que enviaba dinero mensualmente. Lo depositaba a mi cuenta y ya. Era un gran paso para mi madre, pues estaba enfrentando algo que en todos estos años no había podido enfrentar. Yo recién me enteraba de que estaban casados, pero no me importo y estuve de acuerdo y feliz. Lo que le preocupaba a mi madre era que mi padre quisiera, luego de tantos años, acercarse a mí de alguna forma y cual sería mi reacción. ¿Por qué querría saber de mi vida ahora? Yo podría haber muerto y él ni enterado. Pero era una posibilidad. Nunca me había puesto a pensar en eso hasta ahora que mi madre me lo preguntaba.