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POVS/NARRADORA:

Ha comenzado la búsqueda del padre descarriado. Mi tía Virginia, a pesar de ser su media hermana tampoco sabe nada de él. Lo único que sabe, como nosotras, es que tenía un hotel en Canadá. Ella tiene una amiga en el banco que puede entrar a la base del Registro Nacional. Parece fácil. Poner su nombre Robert Brown, apretar una tecla y tarán... aparece su cara y sus datos, incluyendo la dirección. Luego hay que notificarlo. Si aún está dentro del país, parece que no tardaré en conocerlo o reconocerlo si él quiere hacer lo mismo conmigo.

Compre un vestido blanco, largo. Una chaqueta blanca de la misma tela del vestido y un par de tacones. Los tacones fueron el regalo de mi tía. Mi cabello estaba suelto y me puse un poco de maquillaje. Me veía diferente. Me veía mayor. ¡Me veía linda!

El primero en llegar fue Patricio

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El primero en llegar fue Patricio. Media hora antes. Creo que hasta se afeitó, pero como no tiene barba se afeito los barritos y estaba lleno de pomada. Me regalo un reloj que parecía carísimo (pobre su padre) y tenía mi nombre grabado. No faltó ni un solo invitado, excepto Aidan, y creo que todo salió muy bien. Incluso la parte en la que tuve que soplar las velas. Carlita grito: "¡Pide un deseo!". Cerré los ojos y pensé: "Quiero conocer a Aidan". Luego tuve que hacer la tontería de morder el pastel, pero felizmente solo termine con un poco de crema en la barbilla para decepción de todos. Mi madre estaba muy contenta. Me miraba de vez en cuando como diciéndome "¿Ves, amor? Todo está bien". Patricio también fue el último en irse. Ya no sabíamos cómo hacer para que se diera cuenta de que era hora de largarse. Mi madre recogía los platos. Mi tía los lavaba. Sophia bostezaba en la cara. Falto poco para que se ponga el pijama y sus pantuflas de Pluto ahí mismo. Sophia se quedó a dormir. Antes de acostarnos, colgué todas las fotos que tomamos, mientras Sophia hacia un inventario de fotos. Revise mi celular y tenía un mensaje de texto: "Feliz cumpleaños, preciosa". Brinqué hasta el techo y caí sobre Sophia.

--¡Au! ¡Tonta! Mira lo que hiciste con el cd de Olivia Rodrigo. Lo rompiste con tu trasero.

--¡Qué importa! ¡Aidan me mandó un mensaje!

--¿Qué dice?

--"Feliz cumpleaños, preciosa".

--Se debe haber confundido.

--¿Por qué?

--Porque dice "preciosa".

--Ja, ja... que payasa.

--Oye, ___. ¿No te estas ilusionando mucho con él?

--Sí. Pero no puedo hacer nada.

--Es que es muy raro ¿No será un cura o algo así?

--Sí, claro. Como los curas chatean...

--¿Dónde?

--Mmmm... No sé. En su casa o en su trabajo.

𝐄𝐧𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐚| 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora