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POVS/NARRADORA:

Aunque he tratado de evitarlo no he pasado ni un solo dia sin pensar en Aidan desde que se despidió. Sobretodo, antes de dormir. Pienso en lo que voy a decirle si lo encuentro, lo que el va a decirme. Quiero estar preparada para todo. Ahora que solo falta un día, estoy muerta de miedo y a punto de arrepentirme. Sophia y yo pagamos un servicio de taxi, que nos va a costar carísimo, para llevarnos, esperarnos y traernos. Cuando la operadora preguntó cuánto tiempo debía esperar el conductor Sophia dijo: "aproximadamente media hora" que a mi me parece una eternidad. Luego, debo regresar a casa para alistarme, pues Patricio y sus padres pasaran a recogerme a las ocho en punto. Le dijimos a mi madre y a los padres de Sophia que iríamos al club y mi madre me recomendó usar mucho bloqueador solar para no parecer un camarón en la fiesta. Me da un remordimiento horrible engañarla y sumando los nervios que tengo  ya empecé a comerme las uñas.  

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11 a.m. El "chofer del papa de Sophia" llegó puntual a recogernos. Teníamos lista la coartada que eran los bolsos con las toallas y los bikinis. Pensé que mi madre había descubierto todo cuando salió corriendo de la casa haciendo señas de que no nos fuéramos, pero era para alcanzarme el frasco de bloqueador. "¡Burra! Lo primero que te digo!" y se fue gritando que nos cuidemos. Por un momento se nos paró el corazón y los pelos. Nos fuimos.

Si no hubiera sido por que era un taxi seguro, habrían pensado que nos estaban secuestrando. No llegabamos nunca. Pasamos por lugares que nunca había visto. Sophia pregunto como diez veces si ya estábamos cerca. "No, señorita", las diez veces. Hasta el clima había cambiado. En un momento, el taxi empezó a ir más despacio y el conductor, a fijarse en los números de las casas. Me temblaba el estómago.

--¿Ya sabes que vas a decir? ¿No? -me pregunto Sophia.

--No. "Hola", supongo...

--¡Ya se, tonta! ¿Y después?

--No sé, Sophia...

--Bueno, le dices que estás aquí porque tambien querias estar cerca de el, porque lo necesitas ¿Ok?

--Mejor porque no se lo dices tú y yo te espero aquí en el auto.

--Ya. Y tambien le digo que la cobarde que está en el auto se mue...

--Esta es la dirección, señoritas -dijo el conductor apagando el motor.

--La hora cero. Bajate y toca el timbre, ____- dijo Sophia.

Si me ponía a pensar en algo y me demoraba un minuto mas, nada ni nadie me había hecho salir de alli, asi es que abrí la puerta y camine rápido sin detenerse ni voltear. Respire hondo, puse mi dedo sobre el timbre y cerré los ojos. Toque.

𝐄𝐧𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐚| 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora