-Jueves.

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Jueves con J de Juego de Besos.

—¡Muichiro!

—¡Genya!

Los dos corrieron para abrazarse. Después de que el ojiazul se fuera a China por un viaje de negocios para hacer un reportaje sobre el siguiente año chino no podían hacer otra cosa. Realmente no les importaba si estaban en un lugar público.

—¿Por qué no terminaste más rapido el trabajo? ¡Niebla y yo te hemos extrañado mucho!

—¿Y yo qué? ¡Las almohadas del hotel no son comparables con tus brazos y pecho! ¡Son mucho más duras!

Muichiro se subió como un mono enredando sus piernas en la cintura de su amado, mientras que Genya sujetaba al menor poniendo sus manos en su trasero. El de menor estatura se agarró al cuello de Genya con los brazos y acercó su cara a la del contrario.

—Bésame papu.

Genya inmediatamente juntó sus labios en un lento e intenso beso. Siguieron así hasta que se les acabó el aire. Cuando cogieron una buena bocanada de aire volvieron a juntar los labios.

Genya mordió el labio del menor para que éste abriera un poco su boca. Genya no desperdició la oportunidad e introdujo su lengua en la cavidad bucal de Muichiro.

El pequeño se sorprendió pero no perdió el ritmo. Jugaron con sus lenguas hasta que una voz les sorprendió.

—Eh, que yo también he venido a verte.

—¡Yuichiro! Perdón por ponerte en esta situación—. Se disculpó el mayor poniendo a Muichiro en el suelo mientras que Mui hacía un puchero notorio.

—Hola, nii-chan.

—Justo lo dices cuando te morreas con ese—. Dijo señalando a Genya.

—Lo que sea, te quiero mucho y ya nos vamos a casa a seguir con lo que has interrumpido—. Recalcó lo último con énfasis para que su gemelo se diera cuenta de la interrupción.

[]

La puerta se cerró inmediatamente y un Muichiro acorralado por Genya ayudó a su cierre.

Muichiro volvió a colgarse de Genya como en el aeropuerto y el mayor lo llevó a su habitación.

Allí Muichiro tiró a Genya a la cama y se sentó en las piernas de él. Para sorpresa del mayor, Muichiro le besó de la misma forma que se estaban besando antes de que su gemelo les interrumpieran.

Pero Genya nunca se quedaría atrás y fue a besar las mejillas y frente del ojiazul, para luego ir a por el cuello.

—¡Oye! Haces trampa.

—Si quieres paro.

—No, pero déjame a mí.

El Shinazugawa menor paró y dejó que Muichiro le besara. Los besos de Muichiro a Genya le parecen monos e infantiles. Son los típicos que te daban tus primos pequeños,
pero podían cambiar drásticamente a unos largos y apasionados en ocasiones.

Siguieron así hasta que les entró el sueño, o al menos al ojiazul después del largo viaje.



——

¡Hola! ¿Cómo estáis?

¡Aquí nueva actualización!
Siento que ha quedado un poco corta y sosa, pero prometo que la próxima será mejor, o eso espero<3.

Para los que no lo sabéis, actualizo los lunes y viernes. No hay ninguna hora fijada.

¡Adiós!💖

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