-Navidad.

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[Nota de autora]
Al terminar con los días de la semana empezaré ahora con fechas conocidas o importantes, luego con los meses y partes del día (si me da la inspiración). Disfrutad.💖

——

Los villancicos sonaban en esta época del año. Los niños estaban emocionados, los regalos estaban siendo esperados para ser abiertos y el chocolate caliente no faltaba en esas fechas. ¿De qué fiesta estoy hablando? ¡De Navidad, por supuesto!

Nuestra pareja se encontraba en el coche de camino a la residencia de los padres de Genya, en donde harían una comida familia acompañados de los hermanos del pelinegro. Llevaban regalos suficientes para todos los hermanos y hermanas del mayor y para los progenitores, escogidos por Muichiro.

Sorprendentemente, a Muichiro no le costó nada aprenderse los gustos de cada uno de ellos y sus preferencias. La familia de Genya lo adora; las niñas pequeñas juegan con su pelo trenzándolo o haciéndole coletas, los hermanos le piden que juegue con ellos a los coches y a los padres les tiene camelados con su sonrisa y buena vibra.

Al llegar y tocar el timbre, se abrió la puerta dejando ver a 2 de los hermanitos pequeños de Genya. Se estaban riendo por lo bajo, la pareja lo ignoró.

Hasta que se dieron cuenta que había un pequeño racimo de muérdago colgado del techo pasaron unis segundos. Justo en el acto Genya se puso como un tomate y Muichiro ni se inmutó. Simplemente cogió a Genya de la chaqueta, lo acercó a él y le robó un beso.

Los pequeñajos se rieron y corrieron hacia el comedor donde comerían esa noche y dónde les esperaba ya toda la familia al completo.
Sanemi venía acompañado de Kanae, su reciente esposa, y la pareja trajo un pastel de chocolate, el favorito de los pequeños.

Se sentaron todos a comer y aquí fue donde empezó lo bueno.

—¡Hermano pásame la salsa!

—¡Mui-chan! ¿Hoy te quedarás a dormir?

—¡Seguro que se quedará!¿Verdad nii-san?

—¿E-eh?

—¡Pero no estará con vosotros! ¡Se quedará con nosotras pintándose las uñas y peinando su pelo!

—¡Ni de coña! ¡Se quedará con nosotros jugando a los cars!

—Esa boca.

—¡Mamá!

Las voces animadas de la familia. Era algo típico de esa específica familia y Kanae y Muichiro ya están acostumbrados. Aunque Genya se sentía un poco mareado, ¿acaso habría comido algo que le haya sentado mal?

—Ara ara~. Señora Shinazugawa, veo que su salud va a mejor cada año. ¿Y qué tal usted, señor Shinazugawa?

—Bien, muchas gracias Kanae. Esas hierbas medicinales que me prestaste para el dolor de cuello van de maravilla. Eres una as con la medicina.

El segundo de los Shinazugawa cada vez se sentía más raro y mareado.

—¡No es nada! Sólo intento ayudar.

—Genya—. Llamó Sanemi

—Dime nii-san.

—¿Me acompañas a por más refresco? Está en la cocina.

—Oh, claro.

Al llegar al lugar Sanemi paró en seco. Cada vez Genya sentía menor control del equilibrio.

—Tengo que contarte algo, algo gordo.

—¿Si? Nemi, ¿qué es?

—Hay un bollo en el horno.

Daily Life - GenmuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora