Amor en el aire

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Catorceavo capitulo

narrador universal

 Al día siguiente todos asistieron a clases como de costumbre, pero había un ambiente extraño, parecía un día fuera de lo común.

La primavera se había adelantado en pleno mayo, porque las parejitas comenzaban a florecer, el amor estaba en el aire, por los pasillos del elite way school predominaba el amor, la felicidad y las sonrisas. De la noche a la mañana, la vida comenzó a verse como una comedia romántica. 

— ¿Luji vos no ves algo raro hoy? ¿o realmente ya enloquecí?— preguntó la colorada, sentada en su banco —siento un ambiente extraño—

— ¿Vos te referís a todas las parejitas que hay?— rió —se adelanto la primavera parece—

 y tenía razón, porque justamente hoy, Vico estaba sentada con Guido, Tomás con Pilar, Nico con Luna y hasta Manuel con Mía. Eran pocos los que se encontraban solos. Solo por hoy, el amor triunfaba en esas cuatro paredes.

— La parejitas me dan asco, la primavera me da asco, el amor me da asco— respondió Marizza

— Lo se, pero no me vendría mal que Marcos me de bola— suspiro la rubia —Es tan lindo—

— ¿Vos queres estar así de idiotizada? ¿Qué te fumaste hoy? ¿Qué se fumaron todos? — dijo frustrada

— No lo se, creo que nada, pero yo siempre quise estar así con él, desde que lo conocí—

— Y anda nena, el esta solo, si Manu se sentó con la hueca y Nico esta acá con Luna— le susurró— es ahora o nunca amiga, jugate—

— No, ni loca, nunca hable con él ¿Qué le diría?—

— Anda y decile "Hola ¿Cómo estas?" — imitó su voz— Así de fácil es, no te ahogues en un vaso de agua—

— ¿Y si es tan fácil porque no vas a sentarte con tu amorcito?— preguntó con picardía —Esta solito y muy cerca tuyo, es tu oportunidad—

— Pablo no es nada mío, basta, me da asco ese pibe— contestó enojada

— Yo nunca lo nombre a él— río— y lo besaste más de una vez, mucho asco no te da ¿no?—

— ¡MARCOS!— gritó Marizza — Marquitos, ¿nos haces un favor? Luján no entiende esta materia y yo menos ¿se puede sentar con vos para que le enseñes? ella después me explica a mi—

— No hace falta Marcos, no te quiero molestar— contesto muerta de vergüenza, queriendo callar a su amiga

—No digas eso Luji, no tengas vergüenza— insistió ella —Es tan tímida, pero no te imaginas cuanto le cuesta entender...—

—Claro, me cuesta entender historia— respondió Luján, nerviosa

—Pero esto es geografía— frunció el ceño Marcos

—¿Ves?— preguntó la colorada —Está tan perdida que no sabe ni que materia es, tenes que ayudarla—

—Claro, yo no tengo problema, a demás así me haces compañía porque me dejaron solo— río él —Vení, te hago un lugarcito—

Ella agarró sus cosas mirando a Marizza con odio y fue a sentarse con Marcos sin decir más.

Marizza había quedado completamente sola, pero se sentía feliz por sus dos amigas.

— Parece que somos los únicos solos— dijeron detrás de ella

— Es muy temprano para tener que soportarte Pablin— respondió sin voltear a verlo

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