Capítulo 25: mudanza

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Ya estábamos en las habitaciones con las maletas, ya habíamos comido y Hall ya nos estaba esperando abajo para llevarnos a la que sería nuestra nueva casa, la casa Stylinson.

Ya tenía listas mis maletas, las mismas que había llevado desde un principio. Las cosas dentro de ellas, ya nada se me olvidaba y estaba segura de ello porque mis papás me habían hecho un pequeño inventario con lo que había llevado.

Aún no entiendo porque compraron una casa aquí. ¿Y si nos vamos a quedar aquí permanentemente? Puede ser, soy buena sacando conclusiones.

No sé si esa idea me gusta, aunque aquí lo tengo todo. Hay un restaurant con comida mexicana así que por la comida de allá, no me preocupo. Las clases son iguales a si estuviera en México, no sería un gran cambio, sólo hablar inglés todo el tiempo pero no quiero perder mi acento o la práctica. Y estaría con mi nuevo amigo.

Tocaron la puerta y abrí creyendo que eran mis papás, cuando la abrí volví con las maletas sin mirar a mis invitados, sólo me faltaba palomear o marcar la palabra 'pantuflas', ya las había metido en una de las maletas.

—¿Por qué estás empacando?

Me giré casi de un brinco, no eran mis papás. Era Aidan. —Mis papás compraron una casa, nos vamos a mudar si se le puede llamar así.

No sabía cómo llamarlo, no vivía en el hotel y mi casa estaba en México. Tampoco sabía si la casa iba a ser para quedarnos aquí y no irnos más, a menos que se diera la oportunidad o por el trabajo de mis papás.

—¿No me ibas a decir? —se tocó el pecho en el lado izquierdo fingiendo dolor. Lo hace tan bien, que a veces se me olvida que es actor.

—Si, claro que sí. Pensaba mandarte mensaje para vernos en la entrada y despedirnos como se debe, pero me ganaste. —Agarré las maletas y ya estaba dispuesta a salir, no sin antes despedirme claro.

—¿En dónde queda?

—No sé. Aún no me aprendí la dirección y siento que me va a costar hacerlo. No soy buena memorizado cosas, no como tú que te aprendiste mi horario en menos de una hora. Creo que fue en minutos.

Eso fue sorprendente, pero también era de esperarse, es actor y tiene práctica aprendiéndose los diálogos que le tocan.

—Jaja, es que estaba motivado a aprendérmelo.

—Necesito de esa motivación

—Bien, te la daré. Apréndetela para que me la pases y yo te vaya a visitar, o recoger e ir a algún lugar juntos

—Con esa motivación, si me la aprendo rápido.

Aidan no quiso despedirse, dijo que no aún. Me ayudó con dos de las maletas y yo llevaba una. Mis papás ya habían salido y estaban esperando el ascensor.

Bajamos los cuatro, en el estacionamiento estaban Lauren y Rob ¿En qué momento les avisaron que nos íbamos? No lo sé, ¿Aidan sabía? Tal vez eso explica que estuviera del todo tranquilo cuando le dije que me iba. No sé miraba tan sorprendido o al menos no lo hacía notar.

Subí las maletas a la camioneta y Aidan hizo lo mismo con las que llevaba. —Gracias

—No es nada. —le sonreí y me devolvió el gesto, me encanta esa sonrisa. En otra vida, debió ser hijo del principe encantador porque me encanta. Pero que cosas pienso, al menos no lo dije en voz alta.

—Creo que ya es hora de despedirse.

—Si, no te digo adiós... —lo interrumpí, lo que estaba diciendo era algo ridículo. Algo que se ve en las películas.

—Ya lo hiciste —me reí un poco, había dicho la palabra.

—Déjame terminar. —me dio un leve empujón y se lo devolví.

—Que genio. —Bromeé

—No te digo adiós... —Se detuvo a pensar —Que tonto, así no va. 

—JAJAJA, continúa, continúa. —aguantaba las ganas de reír

—No es un adiós, es un hasta luego.

—En realidad no, los vamos a acompañar. —Habló Rob viéndonos con diversión, él ya estaba en la puerta de la camioneta esperando a que entráramos. Ya todos estaban dentro y sólo nos esperaban a nosotros.

—Jajajajaja, al menos podrás ensayarlo en el auto.

Todos subimos a bordo. Iba platicando con Aidan, tratábamos de adivinar cómo sería la nueva casa y planeábamos cosas para cuando me viniera a visitar.

[. . .]

Al parecer llegamos. La camioneta se paró frente a una casa lujosa de tres pisos. Habíamos pasado por varias casas así, pero esta las superaba. Es grandísima, blanca por fuera y tiene un gran muro a su alrededor, supongo para evitar las fotos. Moderna.

No habían árboles afuera, tomaron las precauciones, hay locos que se suben a los árboles para tomar fotos de famosos. Que locos. Invaden la privacidad.

Jamás creí estar frente a una de estas. Es enorme.

Los sueños se vuelven realidad, se cumplen, sólo hay que desearlo y luchar por ello.

—¿Es esa? —pregunté con obvia emoción en mi rostro. Mis papis asintieron.

—Si. —papi Lou me dio las llaves de la casa.

Bajé casi corriendo y Aidan me siguió. Fuimos adentro y wow, es hermosa. Muy lujosas, espaciosa y limpia, me pregunto ¿cuánto durará así?

—Wow

—No tengo palabras, es muy bonita.

—Que bueno que te gusta.

—Yo la elegí

—Y esas escaleras... Rosas. Por eso la elegiste.

—No es exactamente el palacio que te prometimos pero...

—Es mucho mejor. Gracias, papis —fui con ellos y los abracé.

Cuando era pequeña, después de que me adoptaran y supieran cómo era mi vida en ese lugar, me dijeron que harían lo posible por hacerme feliz. Que me darían un castillo y me tratarían como la princesa que soy. Si cumplen su palabra.

Simplemente, la mejor familia que pude pedir.

Los Gallagher se quedaron a cenar con nosotros al igual que Hall.

Terminamos de cenar y ellos ya tenían que irse, era tarde. Hall los iba a llevar al hotel, él seguiría hospedado ahí. Cuando ellos se fueron, me instalé en la que sería mi nueva habitación y es muy espaciosa, hasta ya tenía ropa incluida.

Los muebles muy bonitos y grandes, lo que más me gustó fue esa cama esponjosa y suave, esas almohadas que se hunden y ese cobertor calientito. O el baño espacioso, con esa tina o esa regadera con agua callendo como lluvia, es hermoso.

No la recorrí toda, sólo pude una cuanta, la demás ya la estaría viendo mañana.

Le iba a pasar la dirección a Aidan, ya me la había dicho mi papi. No la quiso. Dijo que hasta que yo me la aprendiera se la podía decir, hasta ese entonces, vendría a visitrame. Tenía que aprendérmela urgentemente.





El chico de ojos verdes (Aidan Gallagher) [Pausada Por Falta De Imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora