Capítulo 33: limonada

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Terminaron de tomar las fotos. —¡Buen trabajo, equipo!

—Lo hicieron excelente, gracias por su tiempo. —agradeció la niña a los camarógrafos y a los de producción, es una costumbre. Siempre hacen un muy buen trabajo y les cae bien escuchar un agradecimiento por parte del invitado.

—Gracias por aceptar, TN. Las fotos salieron grandiosas.

—No fue nada. Ahorita les devuelvo la ropa.

—No, esa es para ti. Es un obsequio.

Todos se fueron de la casa luego de una despedida a Louis y también felicitaciones a él por haberle enseñado trucos a su hija con la pelota, no sólo de arte, también de deporte.

Aidan se quedó en la casa, había ido y no sólo para ver a su amiga ser fotografiada. Tenía un día libre, por así decirlo.

Ambos niños subieron a la habitación de tn, querían platicar y ponerse al día o sólo platicar y convivir, incluso estar callados mientras ven el techo desde la alfombra con peluche blanca a los pies de la cama.

TN miró a Aidan algo confundida, tenía una duda, esa niña siempre las tiene. —Oye, hoy es sábado ¿Qué haces aquí?

—¿Por qué no puedo estar aquí? —lo que dijo TN se escuchó un poco ofensivo, como si no lo quisiera en su casa.

—Tienes patreon. Tus fans te esperan. —ya sabía si horario, no lo había stalkeado ni anotado cada una de sus actividades en una libreta o elaborado un horario. Ella había visto las historias de Aidan en dónde subía historias de sus fans mencionando eso de patreon, y también aidan lo subía.

—No te preocupes por eso. Ellas dijeron que debería de tomarme un descanso, son muy consideradas.

—Así que si te convencieron. Deberías de estar en el hotel, en la cama, durmiendo y relajándote.

—Me relajo estando contigo. Me distraigo de los deberes y me divierto.

—Me alegra saber que sirvo de distractor para ti.

Ambos chicos rieron, ahora fue al revés. Pasaron un lindo momento, compartiendo cosas que les habían pasado en esos días que no se vieron.

—Hagan algo productivo, no estén botados en el suelo.

—Pero es taaaaan relajante

—Hagan limonada, eso es más relajante.

—¿Quieres, Aidan?

—Por mi está bien.

—Vamos. —ambos se levantaron del suelo con ayuda de Louis, se dirigieron a la puerta ya cuando Louis estaba afuera y TN con un pie dentro, entendió las cosas —Un momento. No quieres que hagamos la limonada para "relajarnos", quieres que la hagamos por ti, para la comida.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Y nosotros aceptando. Desaceptamos —cerró la puerta dejando a Louis afuera, los niños quedaron adentro y a salvo de tener que hacer algo que no les tocaba.

Ese día, los sábados, le toca a Louis hacer la comida, preparar todo, acomodar la mesa, preparar el agua y todo lo necesario para una comida pacífica.

—¡Esa palabra ni siquiera existe! —gritó desde fuera, no había nada más que pudiera hacer. Había perdido la batalla, pero no la guerra.

—¡No me importa!

—¿Ah sí? —se fue de la habitación por las llaves de las puertas de toda la casa. —Pues te vas a quedar encerrada! —cuando regresó, le puso seguro a la puerta de su hija con una de las llaves. —¡No vas a comer!

TN intentaba, desesperadamente, abrir la puerta, no hubo resultado, era tarde. —¡Aidan también está aquí, papá! —excelente excusa para que los dejarán salir

—¡Ambos se quedan sin comer! —¿Por qué dijo eso? Ni él lo sabía.

Sus intentos en vano, dejaron de hacerse presentes, dejó la manija y lo único que le quedó, fue jugar la última carta. —¡Papi Harry te va a castigar!

Esa frase dejó a Louis pensando un rato, sabía los castigos de Harry. Él no era tan dulce ni tenía un gran remordimiento, Harry si lo dejaba dormir en el sillón y sin cobijas o almohadas, esa niña es su mayor tesoro y si algo malo le pasa, cobrará venganza.

Esos pensamientos no lo hicieron cambiar de opinión, no la dejaría ahí para siempre, ya había pensado un plan. Cuando llegara Harry o cuando abriera el portón, él sacaría a los niños de la habitación. También tenía con que amenazar a su hija. No dejaría rastros de que la encerró.

Su plan... No funcionó o no iba a funcionar. Louis no contaba con que su hija tenía su celular con ella, —aunque es algo obvio que pensara eso, tenía tiempo que no lo usaba— había mandado un mensaje privado a su padre.

"Papi. Papá nos encerró en la habitación. Todo por no querer hacer el agua que le tocaba hacer a él"

"Ya voy en camino, princesa. Papi va al rescate"

"Gracias, te amo. Llega en silencio."

—Ya pronto nos sacan de aquí, Aidan.

—No me molesta estar encerrado, en especial contigo. Es divertido.

—Deberías de dormir. Mi cama está disponible. —Aidan seguía con dolor de cabeza y TN lo sabía, Aidan no le puede mentir porque ella sabe cuándo lo hace, es como un sexto sentido.

—Gracias. No tengo sueño, pero aceptaré acostarme.

—Siéntete afortunado, Gallagher. No cualquiera pone su cuerpo en mi preciada cama.

Aidan se quedó en la cama con los ojos cerrados y boca arriba, se había quitado los zapatos para no ensuciar y trataba de moverse lo menos posible para no destender la cama. TN está en su escritorio revisando las notas musicales de su canción escritas en una hoja. Golpeaba la mesa en algunas notas y eso, extrañamente, hacia sentir bien a Aidan. Lo relajaba.

Pasaron así unos minutos, Aidan estaba tan relajado como para siquiera abrir los ojos, se había quedado profundamente dormido. Lo necesitaba, estaba demasiado cansado por todo el trabajo, tanto que algunas noches no había dormido como debidamente se hace.

TN estaba en silencio, había notado hacia donde su amigo estaba y lo vio moverse un poco, acurrucarse en la cama y abrazar la almohada de su lado. Le puso una cobija hasta los hombros, lo cuidaba.

Nunca había tenido un amigo, Madeleine era su única amiga desde siempre. Saber que aidan había sido su amigo de infancia y que, por cosas del destino, se volvieron a encontrar, es un sueño.

Es bonito saber que cuentas con alguna persona para todo, que te ayuda y apoya con lo que necesites —incluso para hacer cosas malas, sabes que estarán contigo pese a todo— saber que no te van a juzgar, saber que no estás sola en este mundo.

El sonido del celular se hizo presente en la habitación, le había llegado un mensaje a TN. Harry ya estaba en la casa y Louis no lo sabía.

Abrieron la puerta, haciendo presente a Harry.

TN puso su dedo índice en sus labios, indicando que guardara silencio. Luego, señaló a la cama y Harry entendió todo.

—Vamos a comer. —le susurró.

Ambos salieron sin hacer ruido, TN cerró la puerta y dejó a Aidan dormir, luego le llevaría su comida o si se despertaba antes de lo planeado, comería con él, no lo dejaría solo.




El chico de ojos verdes (Aidan Gallagher) [Pausada Por Falta De Imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora