capitulo 50: el desayuno

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Hace tres días que Harry y Louis no están en casa, están en su luna de miel y dejaron a su hija al cuidado de su tío Niall.

Una extraña y mala decisión tomada por ellos.

Una tarde tranquila.

—Oye, Nayal, ¿Qué vamos a desayunar? —eran las dos de la tarde y apenas se estaba levantando de la cama.

Cómo debe de.

—Cereal con leche. —contestó comiendo la última barra de cereal que había en la caja y en la casa.

—Ya no hay. —abrió el refrigerador buscando alguna otra cosa

—Como no va a haber si en la noche comimos cereal mientras abríamos los regalos.

La noche anterior no resistieron más y los abrieron, aunque cabe recalcar que duraron mucho; dos días sin abrir los regalos o siquiera rasgar la envoltura es un récord para ellos.

—Pues si, pero de acabó. Ya no hay más cajas de cereal.

—¿Barras de cereal?

—Acabas de comer la última.

—¿Pan tostado?

—No tenemos de eso.

—¿Pan con Nutella?

—Te la acabaste la primera noche, estabas llorando en la película el Rey León porque Scar mató a su hermano.

—No me lo recuerdes. —se agarró la nariz con los dedos índice y pulgar de su mano derecha sosteniéndose de la barra de la cocina con la otra.

—¿Entonces?

Nadie sabe cocinar. Ni lo intentan porque saben cómo terminaría todo.

—Tendremos que pedir comida.

Tocaron el timbre y ambos espantados, corrieron al monitor de cámaras de seguridad de la entrada, viendo ahí a Aidan, parado frente a el gran protón esperando a que alguien saliera, alguna señal de vida para saber que estaban bien.

—¿Lo dejamos pasar o guardamos silencio para que se vaya? —preguntaba Niall a su sobrina, sabía que ella estaba algo molesta con el chico por el simple hecho de haber llevado a Hannah—.  He hecho varias veces eso, los de Coppel son muy insistentes.

—Trae comida... —dijo viendo que ambas manos de Aidan sostenían algo—. Dejemos que pase.

[. . .]

—Gracias al cielo que llegaste, moría de hambre. —Niall se llenaba la boca con el pie de manzana que Aidan había llevado

—¿Tu morías de hambre? Al menos comiste algo, yo no. —repetía la misma acción que Niall

—Que bueno que les guste, mi mamá pensó en hacerlo para ustedes ya que dijo que no había algún adulto aquí para alimentarte. También ayudé con ello.

—No sé si ofenderme. Si hay un adulto.

—Dale mis agradecimientos a Lauren.

—¿Para mí no hay? —TN se le quedó viendo fijamente y luego de pensar bien sus palabras, habló.

—Claro, si. Gracias por pensar en nosotros, Aidan.

—Les quedó muy rico

—Me alegra. —Aidan vio a TN con ternura, estaba apreciando como devoraba aquel postre que había llevado a su casa.

—¿Por qué me ves tanto?

—Es lindo, te presta atención. —recibió un golpe bajo la mesa gracias a su comentario y guardó silencio, entendió la indirecta.

—Te ves linda cuando comes. Me pone feliz que mi pastel te gustara tanto como para chuparte los dedos. —dicho eso, TN sacó su dedo pulgar de su boca.

Aidan agarró una servilleta que había encontrado en la mesa, gracias al caos que había ahí, no sabía si estaba limpia o ya usada, pero aún así, la acercó para limpiar el rostro de la chica.

—Es que... Tienes algo de mermelada. —terminó de limpiar, habían quedado muy cerca—. Listo.

Se quedaron así, cerca. Niall los veía con emoción, en cualquier momento pasaría lo más esperado; un beso.

Niall no resistió y con su mano, empujó la cabeza de su sobrina hacia la del chico para que se juntaran más.

Era obvio que TN si quería ese beso, ya que, de no haber sido así, no hubiera inclinado ligeramente a la izquierda su cabeza para que sus labios encajaran perfectamente antes de que el empuje de Niall llegara a su destino.

Ese beso duró algo, era lindo y tierno, lleno de emociones que salían a la luz después de haberlas guardado en un cajón bajo llave en lo más profundo de su corazón.

Era perfecto, seguidos a un compás que ellos habían creado. Encajando perfectamente y siendo aceptado por el otro.

Se separaron, gracias a la falta de aire.

Maldito aire.

—L-lo siento. —se disculpó la chica apartándose casi de golpe

—N-no, yo lo s-siento. —estaba totalmente nervioso y rojo, ambos estaban así— T-tengo que irme.

—Cl-claro.

—Adiós, guapo.

—A-adiós. —se fue casi corriendo a la entrada, salió de ahí y se fue a su departamento.

TN estaba casi sin reaccionar, estaba en shock o en un trance emocional.

—No puede ser. —susurró

—Ajá

—¡No puede ser! —se bajó de la silla emocionada y comenzó a brincar seguida de Niall, ambos agarrados de las manos y tirando dando saltos.

—¡Lo hiciste!

—¡Gracias a ti!

—¡Gracias a mi!

—¡Mis papás se van a emocionar!

Niall dejó de saltar y se quedó petrificado.

—Tus papás me van a matar.

Pobre Niall.

El chico de ojos verdes (Aidan Gallagher) [Pausada Por Falta De Imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora