Capítulo 37: Patreon

29 5 3
                                    

—¿Tienes planes para hoy, mocosa? —recogía los platos de la mesa, habíamos terminado de comer. Papi Lou no está en casa, está en el estudio con su canción y no había llegado a comer. Ni lo esperamos, un poco, como cinco minutos y no llegó así que decidimos comer, moríamos de hambre.

—No, papi. —lo pensé un momento— Si, si tengo uno, a las cuatro.

—¿De qué se trata?

—Aidan me invitó a salir en su live de Patreon. —No puedo creer que el tiempo se haya pasado tan rápido, eso fue hace una semana.

—Ni modo, te perdiste de una salida por helado. —fue lo último que dijo para luego irse del comedor con los platos en la mano. No sabía de que hablaba. 

Fui con el a la cocina, estaba lavando platos como la madre luchona que es, lo tiene en su interior y se ve gracioso con su delantal de 'para la mejor mamá del mundo'.

Recuerdo haber hecho dos el día de las madres en la primaria, los maestros nos dijeron que teníamos que hacerle uno a nuestra mamá. Yo no tenía una madre; tenía dos. Le pedí uno extra al maestro y me lo dio con gusto, los decoré a mi manera con un poco de pintura para ropa y brillos y mis papás los siguen teniendo, dicen que nunca los tirarán. 

—¿De qué salida hablas? 

—Cuando llegara tu papi, íbamos a ir por un helado los tres, pero como tienes planes. —Me dio un plato ya lavado y lo sequé con una toalla. 

—Podemos ir antes o después, cuando acabe la reunión. 

—No lo creo, cierran temprano. ¿Cuánto tarda tu reunión? 

—Yo que voy a saber, es mi primera vez. 

—Suena como si fueras a tener sexo. 

—Claro... sexo a la distancia, a través de una computadora y con varias personas viéndome. 

—Todo se puede. —se encogió de hombros 

—No, papá. No pienso tener sexo, ni siquiera había pensado en ello. Sigo estando chiquita. 

—Más te vale. 

—Bueno, estaré en mi habitación. Por favor, no molestes. —Me fui de ahí. 

Conclusión de la plática... No me dijo si sí o si no, no me dio una respuesta concreta sobre la salida por el helado, tal vez no me quiera llevar. Subí a mi habitación después de haber acomodado los platos en sus lugares. 

Eran las tres y media y ya me estaba aburriendo, mientras no daba la hora, me preparaba. Prendí la laptop y estaba fallando un poco, la caja decía garantía de cuatro años y apenas lleva tres; necesito comprar una nueva. 

En un principio no quería aceptar la invitación de unirme a la reunión porque lo más seguro es que me iban a preguntar cosas reveladoras y ya no quiero eso, pero luego me dije ¿Por qué no? Será divertido y al fin estaré en esto llamado Patreon. Que emoción. 

Me senté en la silla del escritorio frente a la computadora y me acomodé. Estaba nerviosa, era mi primera vez haciendo esto y por lo que me dijo Aidan, iba a estar con las moderadoras. 

Tenía ganas de ir al baño y de tomar algo, tenía la boca seca y había terminado de comer. Vi el reloj en la pantalla de la computadora y aún faltaban unos diez minutos, si me daba tiempo. 

Bajé de la silla y me puse unas chanclas, papi Harry estaba trapeando la casa y dijo que iba a dejar marca de mis pies si pasaba así que, en ocasiones como estas, ocupo chanclas dentro de la casa. 

Bajé las escaleras y ya en el tercer escalón para la planta baja, la chancla se me atoró con la alfombra y caí al suelo doblando mi pie. Me había dolido, me estaba retorciendo en el suelo agarrando mi pie por el dolor. 

—¡Princesa! —papi Harry corrió hacia mí, él estaba ahí, acababa de trapear esa parte. Lo sé, porque mojé mi short, aún no secaba. —¡Mi piso! Lo acabo de trapear y me lo vienes a ensuciar 

—Sí, papi, estoy bien, no fue nada grave. —Me ayudó a parar luego de que le dijera eso. Se preocupa más por la limpieza que por su hija. 

—Tu tienes la culpa, quién te manda a ser tan torpe. 

—Por esta razón, no ando con chanclas o zapatos en la casa. 

—¿Cómo está tu pie? —dejó el trapeador recargado de las escaleras y se agachó a verme. 

—Esté bien, no me duele tanto. 

Luego de eso, mi papi fue por una botella llena de agua y me la dio. Subí las escaleras con un poco de dificultad por el dolor en el pie al ponerlo en el suelo, pero llegué. Llegué al cuarto y cerré la puerta para luego ir a mi baño, ya me estaba ganando. Hice pipí y salí después de secarme las manos. 

Me senté en la silla y le di un sorbo a la botella, vi la hora y ya eran... 

—¡Las cuatro con diez! —rápidamente pulsé el link que me había mandado Aidan y luego de unos minutos, ya estaba dentro. 

—Perdón la demora, estaba en el baño —sigo sin entender por qué dije eso. No era necesario dar tanta información. 

—No te preocupes, apenas estamos iniciando. 

—No puedo creerlo, ¡Es TN! —gritó Celice, lo bueno es que no tengo audífonos, pobre de los demás. 

—Que hotel más de lujo —dijo Raven, creo que se me olvidó avisar que me había mudado a una casa ya estable aquí. Tampoco es que tenga que dar todos los detalles de mi vida. 

—No, no es un hotel. Es mi casa... bueno la de mis papás, pero vivo aquí con ellos. No me iba a quedar en el hotel yo sola ¿no?, creo que tengo que dejar de hablar jaja perdón, estoy un poco nerviosa. 

—Es normal, yo también estoy nerviosa y no es mi primera vez. —me animó Celice, es una gran chica. 

Me estaba divirtiendo mucho, hacían sus comentarios y algunos no los entendía ya que eran chistes internos. Me unía a algunas conversaciones y en otras solo escuchaba. Hablaban todas juntas y casi no les entendía. 

Todo pasaba tranquilo, como siempre, pero no todo sale perfecto. Apenas habían pasado unos cuantos minutos cuando abrieron la puerta de mi habitación y entró papi Harry, el que le haya dicho que no molestara, le valió madres. 

—Hola, princesa. ¿Cómo está tu pie? —se acercó a mi pero se agachó antes de salir en cámara.

—Hola, papi. Ya te dije que está bien y también te dije que... —papi Harry se levantó y salió en cámara 

—AHHHHHH! ES HARRY STYLES! —okey, esta chica si que se emociona mucho y también es muy gritona... me agrada. 

—Te dije que no entraras a la habitación. 

—Hola a todos! —saludó a la cámara, algo normal para él. —Sólo vine a ver tu pie. —Me jaló el pie para revisarlo, traía consigo unas vendas, pomada y más cosas, prácticamente, se trajo el botiquín completo. 

—¿te lastimaste el pie? —me preguntó Aidan, fue el único que se dio cuenta de ello. 

—Si, me caí de las escaleras, pero no es nada grave. Mi papá lo exagera todo. 

—No te muevas —se hincó y comenzó a curar mi pie. Mientras seguía la reunión. 

Puso pomada en el y lo masajeaba, dijo que es para que no se hinche. Luego puso otra pomada y la aplicaba en círculos, según para que no salgan moretones. Por último le puso unos palos a los lados para que no se fuera a "desacomodar," ni siquiera me lo había roto o zafado. Puso una venda en todo el pie y le dio un besito. 

—Listo, así está mejor. —se levantó y recogió todas las cosas. 

—Gracias, papi. —Le sonreí y me dio un beso en la frente para luego irse. 

—¡Adiós a todos! —se despidió de los que veían toda la escena de niña mimada, me gusta que me den cariñitos y eso no me hace una mimada, no me consienten en todo. 

El chico de ojos verdes (Aidan Gallagher) [Pausada Por Falta De Imaginación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora