Todo Fue Por Un Juego •Tayler Holder•

89. Una Cena

Iba en la parte trasera del auto mientras mis padres iban distraídos escuchando las músicas que ha ellos les gustaban. Por mi parte solo iba mirando el camino a casa, mientras muchas cosas venían a mi cabeza, pensé en cada una de las cosas, para tratar de organizar mi mente pero no fue posible. ¿Que voy hacer ahora? ¿Que haré al llegar a mi casa y no encontrar a blake cantando sin camisa encima de la cama, yo llegando muy cansada de las escaleras, mis padres sin dejar que preguntarme por el bebé, el bebé sin parar de moverse al escuchar la voz de shawn? ¿Que haré? ¿Que se supone que deba hacer ahora?. Fueron preguntas que no dude en hacermelas, pero no tenía ni la mínima respuesta para ninguna de ellas.

Estaba comenzando agobiarme por el hecho de no tener ni la mínima idea de lo que haré al llegar a mi casa. ¿Que pasara con la casa que blake y yo compramos? Solo de imaginarme lo que es entrar a esa enorme casa y ver cada rincón hecho a mi gusto, la habitación que iba hacer de ambos, con un toque de el, y un toque de mí . Entrar a esa linda habitación verde manzana con azul cielo, la cual ya tenía la mayoría de sus cosas listas, solo faltaba la anhelada cuna que bryce quería comprar para el. Los dinosaurios pintados en una dos de las paredes, y en las otras los símbolos de los Vengadores, el iba hacer tan fans de Marvel como su mamá.

Limpié la lágrima que había derramado al pensar semejantes recuerdos, que antes eran solo "recuerdos" y que ahora para mi son "Momentos inolvidables".

Llegamos a una farmacia , la cual era donde mis padres compraban las medicinas, no había tanta gente, mi madre dijo que iría porque tiene que comprar unas cosas. Tomó su cartera y el recetario que le había dado Reynolds.

Recosté mi cabeza del vidrio mirando como la gente andaba, algunos bajaban de sus autos para entrar a la farmacias y otros solo subían a sus autos para seguir con su día. Mi padre estaba en su teléfono haciendo no se qué , pero no me decía ninguna palabra. De pronto miré a un chico que se me hizo bastante conocido, pero estaba de espalda con una sudadera negra, mientras hablaba con alguien en un auto , lo mire sorprendida, quería verle bien la cara. Me acomode en el asiento ansiosa de verle la cara, Quería salir del auto y verlo bien, pero eso no sucedería ya que mi padre no dejará salirme del auto, lo que pensaba era muy loco, solo tenía un brillo de esperanza por esa persona. No apartaba mi mirada de ese chico, de pronto se giró riéndose a carcajadas, lo analice muy bien pero no, por supuesto que no era mi hermano, eso era totalmente imposible , pero era idéntico. Me entristecí por eso, pero era claro que no era el. Un nudo se aproximó a posarse en mi garganta.

Valentina: ¿Crees que algún día volvamos a verlo? - pregunté de la nada, solo salió de mi boca. El me miró por el retrovisor con una mirada que no desifraba.

Papá: ¿También lo viste? - me preguntó, no respondiendo a mi pregunta, lo cual lo miré por el retrovisor confundida y el lo notó- Al chico, de la sudadera negra- habló aún con su mirada seria puesta en el retrovisor.

Valentina: Si - le respondí mirando hacia donde estaba el chico anteriormente porque ya cuando miré el ya no estaba.

Papá: Quizás en otra vida- me respondió ahora arrecostado de la ventana, poniendo su mano en su barbilla.

Valentina: Ya quiero estar en esa otra vida - susurre, y el enseguida se giró completamente para mirarme

Papá: Ni te atrevas - me dijo con seriedad - No puedo perderte a ti también- me dijo aun con su mirada puesta en mi- No quiero, y por eso te protegeré así sea lo último que haga en mi vida - dijo ya sonando un poco quebrada su voz

Valentina: No, no papá, no voy a dejarte , Perdóname, yo no me iré de tu lado- dije Acercándome a el rápidamente.

Papá: Lo único que quiero es que seas feliz, no puedes irte de este mundo sin ser feliz - dijo mientras reafirmó su voz