Identidad

Capítulo 38

Cuando desperté Alondra no estaba, vi el sol entrando por la ventana y con la almohada cubrí mi cabeza, después de unos cuantos segundos decidí levantarme, vi que en la mesa enfrente de la cama había una nota doblada a la mitad y me acerque a tomarla

"Salí a comprar algunas cosas y no te quise despertar, deje las llaves en recepción si necesitas salir, vuelvo pronto"

Deje la nota donde estaba y entre al baño, abrí la llave y me pare bajo la regadera, sentia como el agua corría por todo mi cuerpo, pensaba mucho en lo que me había dicho Alondra, "A veces la vida no es esperar a que la tormenta pase, si no aprender a bailar bajo la lluvia", me había enfocado tanto en solucionar mi vida, en esperar a que todos los problemas y preocupaciones un día solo desaparecieran, que me olvidé de vivir y decidí huir en lugar de enfrentar lo que pasaba

Cerré la llave y salí enredada en una toalla, saque de mi maleta un short, una blusa blanca que me quedaba algo suelta, me cambié y me senté en la cama mientras comenzaba a cepillar mi cabello, mire mi maleta y recordé que tenía mi celular apagado desde que salí de la residencia, lo saqué y al prenderlo vi que tenía un montón de llamadas y mensajes, la mayoría de Bia y Thiago, leí algunos por encima, preguntaban dónde estaba, por qué me había ido así, de pronto vi la hora, eran casi las 3 de la tarde, dormí una eternidad, tenía mucho que no dormía así

De pronto me entró una llamada de un número desconocido, dude mucho en responder, si era Bia o Thiago no sabría que decirles aún, me arme de valor y conteste

–¿Alô?

–¿Ana? Soy yo Lucas

–Ah... ¿Qué pasa Lucas?

–¿Dónde estás? Marcos te está esperando desde muy temprano y está furioso

–Ay si, me olvidé por completo – dije mientras ponía mi mano en la cabeza

–Bueno ven lo mas pronto que puedas

–Voy para allá – dije y colgué el teléfono

Después de colgar me avente contra la cama boca arriba con las manos en la cara, luego mire el techo por unos segundos, pensé que debería hablar con los chicos, y en especial con Thiago, me sentia mal por la discusión que habíamos tenido, y más por haberle mentido, pero primero tenía que ir a laix

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Al llegar fui directamente hasta la oficina de Marcos, iba más que decidida a renunciar, ya no quería estar más ahí, no me quería alejar de mis amigos por algo que ni siquiera quería hacer

Mr– ¿Se puede saber en dónde estabas? – dijo Marcos cuando me vio entrar a la oficina

A– Tengo que hablar contigo

Mr– Luego, primero necesito que...

A– Luego no, ahora – dije con un tono de voz firme, Marcos levanto las cejas y se sentó en la silla detrás del escritorio

Mr– ¿Y de que querés hablar?

A– Quiero renunciar

Mr– ¿Qué?

A– Que quiero renunciar, ¿Te lo tengo que decir en otro idioma?