Capítulo 48

244 22 31
                                    

Cuando desperté mire que Thiago estaba dormido en el sillón al lado de la cama, me quedé mirandolo con una sonrisa y en eso comenzó a abrir los ojos y yo cerré los míos, sentí que se acercó hasta donde yo estaba y puso su mano en una de mis mejillas

A– ¡Bu! – dije y Thiago dió un salto, a lo que yo me reí

T– Pensé que estabas dormida

A– ¿Te quedaste toda la noche?

T– Si claro, no podía dejarte sola, ¿Te sentís mejor?

A– Si, pero ya me quiero ir de aquí – dije con una cara de puchero –La comida aquí es horrible, extraño a Pietro

T– Yo se, pero aún te tienen que tener en observación

A– ¿Por qué? Yo me siento perfecta

T– Paciencia, cuando menos lo esperes estarás de vuelta en la residencia tocando tus canciones en el piano

A– Ay mi piano... Tiene tanto que no toco, me hace falta – Thiago me iba a decir algo pero en eso tocaron la puerta

B– ¿Puedo? – dijo Bia asomando su cabeza por la puerta

A– Vení – le dije haciéndole una seña y estirando mis brazos, ella se acercó y nos dimos un abrazo

B– Helena não fique brava comigo

A– ¿Por qué decís eso?

B– ¿Promete? – dijo Bia estirando su meñique, le sonreí y estire el mío también

A– Eu prometo, ¿Qué pasa? – Bia se acercó a la puerta y se asomo, luego entraron a la habitación Alice y Mariano, al verlos voltee a mirar a Bia

B– Você prometeu

A– Pero Bia...

–Helena, queremos hablar con vos, ¿Se puede? – dijo Alice, cruce los brazos y mire hacia otro lado

T– Mejor los dejamos – dijo Thiago y con Bia salieron de la habitación

–¿Estás bien? – dijo Mariano

A– ¿De verdad te importa?

–Nos preocupamos mucho cuando supimos que estabas aquí, no podría soportar que algo te pasará – dijo Alice mientras trataba de tomar mi mano pero yo me aparte

A– Al parecer hizo falta que estuviera al borde de la muerte para que me quisieran ver

–Cometimos un error Helena, teniamos miedo de volver a sufrir

A– Ustedes no son los únicos que sufrían

–Lo sabemos, pero queremos arreglar las cosas, empezar de nuevo – dijo Mariano y voltee a mirar a ambos

–No fue fácil para nosotros aceptar que estabas aquí, por años nos habíamos hecho a la idea de que nunca más te volveríamos a ver, de que te habíamos perdido para siempre, y tenía miedo de volver a perderte, y hoy casi sucede, por favor, dejanos recuperar el tiempo perdido, te prometo que está vez será diferente, dejanos ser parte de tu vida ahora

–Yo quiero pedirte perdón por haberte dejado en ese restaurante, se que eso no cambia las cosas, pero estoy arrepentido, ¿Podrás darnos otra oportunidad?

Mire a ambos varias veces, el silencio invadió la habitación por unos segundos, estaba escuchando lo que siempre había querido escuchar de ellos, había soñado con este momento por muchísimo tiempo, mi mamá, mi papá y yo juntos, conversando, divirtiéndonos, volviendonos a conocer, pero las cosas no eran como las había imaginado, las circunstancias cambiaron y esa imagen que tenía de nosotros la veía cada vez más lejana

IdentidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora