Nimue Morelli es una de las criminales más peligrosas del mundo. Un día ella y 5 criminales más recibirán una llamada especial.
¿Qué pasará cuando juntas un equipo compuesto por los 6 criminales más peligrosos del mundo?
¿Y para qué llamarán a tal...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AVISO. ESCENA +18 Mamá si estás leyendo esto, YO NO LO ESCRIBÍ
"Y también de la pasión"
N I M U E
P A R Í S
Lo que menos me esperaba que hiciera, fue lo que hizo.
Exactamente.
No creáis que Ajax me llevó a la Torre Eiffel, o a ver algún lado bonito.
No. Porque él no es así, no esperes eso de él.
La verdad que lo que hizo fue cogerme del brazo y arrastrarme hacia el coche. Meterme en el asiento de copiloto, cerrarme la puerta, meterse él y arrancar el motor.
Que a dónde me llevaba.
No tenía ni idea, pero la verdad que no me importaba.
Cuando arrancó el coche la verdad que ni me pregunté dónde cojones me llevaba. Como si me quiere llevar a un motel y me mataba o al bosque. No entiendo por qué. Pero confiaba en él.
Y eso era raro en mí. Y nunca confiaba tan rápido. Ni con mis compañeros de la "escuela" mejor llamada "asociación.
Fue recorriendo las calles de París, y mientras yo miraba por la ventana. Parejas y más parejas se veían. De todas las edades y de todo tipo. Parejas jóvenes, ancianas, con hijos , sin hijos, pero había una cosa que todos tenían.
Eran parejas felices.
¿En algún momento yo llegaré a ser así?¿Mis padres fueron así?
Llegamos a una parte de París en la que se notaba que había dinero invertido. Las casas eran ostentosas. Altas con columnas y grandes ventanales. Tiendas de relojerías y de ropa cara había en cada esquina.
—¿A dónde me llevas Ajax?— le pregunté con cierta picardía en mi voz.
—Directa a la mejor noche de tu vida— una sonrisa pícara salió de sus labios.
Me giré hacia la venta para que no viera la sonrisa que causaba en mí. Noté una fuente de calor en mi muslo y cuando fui a mirar me encontré con su manos.
Apretó mi muslo y lo único que hacía eso era mandar calor por todo mi cuerpo e ir directo a un punto escondido entre mis dos piernas.
Apreté mis piernas y él lo notó. Soltó un gruñido y apretó la mano que tenía en el volante. Su mano empezó a hacer caricias en mi muslo. Con su pulgar hacia círculos y su mano subía y bajaba a lo largo de él.
—Ajax...— dije seguido de un suspiro.
Gruñó — Joder...— tragó saliva — Si eso era un "párate" te digo yo que mi mano no se ha, parado pero otra cosa sí — dijo con su voz grave.
