Nimue Morelli es una de las criminales más peligrosas del mundo. Un día ella y 5 criminales más recibirán una llamada especial.
¿Qué pasará cuando juntas un equipo compuesto por los 6 criminales más peligrosos del mundo?
¿Y para qué llamarán a tal...
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"Cielo y Tierra"
A J A X
E.E.U.U
WASHINGTON DC
Veo cómo Nimue camina entre la gente para ir hacia el piso superior. La verdad es que la discusión que acabamos de tener ha sido fuerte. Y sus palabras han hecho que algo dentro de mí doliera, como si hubieran clavado una estaca en mi corazón.
María junto a Letty están montando un espectáculo digno de un Óscar.
Dirijo mis vista hacia todos los presentes. Muchos de ellos se me hacen conocidos, tal vez les habrá visto alguna que otra vez en revistas o televisión. Otros sin embargo no me suenan de absolutamente nada.
Pero sobre todo lo único que veo es gente con ansias de poder y dinero. Lo que les corrompe.Todos vestidos con sus trajes y vestidos caros, sus relojes y joyas caras que quieren mostrar, para que sepan los demás cuánto poder y dinero tienen. Ellos mismos se clasifican dependiendo de lo que tengan.
— ¡YO NO HE TOCADO A TU HOMBRE! — grita María.
Sigo mirando todo a mi alrededor cuando me quedo paralizado viendo a una pareja de adultos. Tendrán unos cincuenta años los dos, pero lo que llama mi atención no es eso, sino que...
La mujer es clavada a Nimue. Como si fueran...
Parientes
Los engranajes de mi cabeza empiezan a funcionar y algunos hilos concuerdan con otros, pero... no todo lo hace...
Mierda.
Dirijo mi mirada hacia mi reloj y veo que ya es hora para ir saliendo y dejar el show digno de la serie de las Kardashian.
Veo a lo lejos a Jung y activo el pinganillo.
— Hora de irnos, salgo yo primero junto con Jung, después hacéis un numerito o lo que queráis pero necesito que salgáis — me dirijo hacia el trío del show.
Con discreción camino hacia el baño, pero a último momento cambio el rumbo de mi camino y voy hacia la salida. Una vez fuera camino hacia el oscuro bosque que rodea la casa y me pierdo hasta llegar a la furgoneta.
Entro y me quito los primeros botones de la camiseta.
Ya me estaba ahogando.
Me quito la chaqueta, después los gemelos y me remango la camisa hasta los codos. Me siento y la puerta de la furgoneta se abre entrando Jung, el cual se sienta rápidamente en la silla enfrente de los ordenadores.
Con las cámaras del exterior miramos por las ventanas y podemos ver algo del show.
— Menudo circo están montado — dice Jung mirando las pantallas.
