Nimue Morelli es una de las criminales más peligrosas del mundo. Un día ella y 5 criminales más recibirán una llamada especial.
¿Qué pasará cuando juntas un equipo compuesto por los 6 criminales más peligrosos del mundo?
¿Y para qué llamarán a tal...
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AVISO +18
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LESLY
I R L A N D A
— Posición — ordeno a través del pinganillo.
Nos encontrábamos en una misión. Estábamos en Irlanda, en unos cinco minutos íbamos a robar la obra de arte mejor valorada del jodido mundo.
Y diréis...¿Por qué?
Sencillo. Dentro del cuadro, en la parte de atrás había una carta. La carta que escribió la princesa Diana antes de morir. En ella explicaba TODO. Y nosotros queríamos hacer justicia. ya que la ley no hizo nada ni lo va a hacer.
El cuadro en sí, es un retrato de la princesa Diana cuando estaba embarazada.
Cojo una copa que me ofrece el camarero, y hago que bebo su líquido elegantemente.
Debo de dar la talla.
— Estás preciosa con ese vestido — escucho la voz de Michelle en mi oído.
— Y tu sigue igual de pesado que siempre — susurro.
La verdad es que estaba preciosa. Llevaba un vestido negro de satén con unos tirantes de pedrería. Diamantes para ser exactos. Maquillaje de ojos sutil y lo mejor se lo llevaban mis labios rojos. Color vino.
— A tu derecha Lesly en dos — me dice la voz de Jung.
Estábamos infiltrados en la subasta tanto Michelle como yo. Jung como siempre era nuestro centinela. El resto del equipo estaba en otra misión la cual se llevaba en Valencia, España.
Exactamente cuando pasaron dos minutos disimuladamente me fui hacia el camino de la derecha. Escuché pasos a mi espalda pero sabía perfectamente quién era gracias a su olor. Otra cosa no, pero Michelle olía de maravilla. Se notaba que era Italiano, siempre estaba arreglado, con el pelo engominado hacia atrás y siempre olía bien.
Justo delante me encontré con un guardia de seguridad el cual estaba de espaldas. Pasé de largo.
—Hey, oye — me llamó.
Pero pronto lo dejé de escuchar y lo único que escuché fue el crack, que hizo su cuello. Miré por encima de mi hombro y vi a Michelle arreglándose el pelo mientras me sonreía.
Seguí caminando, justo delante nuestra había una intersección y cuando fui a girar una mano me cogió del brazo, mi espalda dio contra la pared y mis labios con otros labios fríos.
Las manos de Michelle fueron hacia mi cintura y me atrajo hacia él. Mis brazos rodearon su cuello. Sus dientes mordieron mi labio inferior robándome un gemido. En ese momento Michelle intensificó el beso y adentró su lengua.
