Destinada - Sukuna x Lectora

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-"Así que Fushiguro es mi destinado... Hum, interesante" dijiste pensando en voz alta mientras estabas acostada en tu cama

"Y qué esperas?"

-"Oh, hacía un tiempo que no aparecías en mi cabeza"

"Responde la pregunta, humana insolente"

-"No voy a hacer nada" rodaste tus ojos "Qué quieres que haga?"

"Ir hacia él? Intentar que te libere de mi? Inténtalo y sabrás como acabará ese mocoso"

-"Supuse que ibas a decir eso, por eso no lo haré" te cruzaste de brazos "Prefiero estar atrapada contigo a seguir viviendo sabiendo que por mi culpa murió un amigo"

"Deberias hacer esto más fácil para todos y entregarte a mi"

-"No" te acomodaste en la cama suspirando "Esa sería la peor opción!"

"Podríamos hacer un trato"

-"Te escucho, pero probablemente no lo acepte, adelante" cerraste los ojos preparada para dormir

"Entregate a mi, y no dañaré a tus amigos"

-"Mm..." dijiste sin darle mucha importancia para quedarte dormida

Pero ni siquiera podías obtener descanso en tus sueños últimamente.

Al notar un cambio de ambiente sabías que ya no estabas en el mismo lugar, a lo cual suspiraste y te levantaste para observar que estabas en sus dominios.

-"Deberías dejar de hacer eso" te quejaste y volteaste a verlo

-"Creí que ibas a huir de mi ni bien encontraras a tu destinado" mencionó acercandose con cierta curiosidad en sus ojos

-"No voy a atar a Fushiguro a mi por un deseo egoísta, tampoco me gusta, así que saldríamos ambos solo heridos"

-"Se ve que tienes bondad en ese corazón podrido tuyo" dijo tomando tu mentón y haciendo que voltees a verlo

-"Un poco" dijiste leve "Con las charlas que he tenido con Itadori... He abierto un poco más mi corazón..."

-"Es por eso que lo prefieres a él?" apretó tus mejillas en su mano

Lo quedaste mirando y tomaste su otra mano y la llevaste a tu pecho, para que sintiera el latido de tu corazón.

-"Es muy lindo... Sentirse querido y querer..." le dijiste mirándolo

De alguna manera parecía que querías transmitirle ese sentimiento tan agradable para que entendiera.

No pensabas que podría suceder.

Pero ocurrió, él lo empezó a sentir.

En tus pensamientos tenías a tu ser querido, a momentos que habías tenido junto con Itadori, a las charlas, a los juegos, al tiempo juntos.

Sukuna notó como latía tu corazón a un ritmo distinto, distinguió una leve suavidad en tu expresión y como tus pupilas se habían dilatado levemente.

Realmente estabas enamorada.

Unos momentos después lo alejaste.

Él se vio algo confundido con respecto a ese momento, se había sentido extraño, pero le había sido agradable.

-"Quiero eso" dijo con firmeza "Quiero eso lo que tu sientes"

-"No puedo dartelo, lo siento, no por la manera en que me tratas ahora, no por que tengo a alguien, y si me lo quitas sólo harás que te odie. Lo único que puedes hacer para tener al menos un poco de eso, será cambiar tu actitud" comentaste

Sukuna simplemente se quedó observandote sin decir nada más.

Y lo siguiente que supiste fue que habias desaparecido de aquel lugar, para ahora si poder descansar.

Esa fue la primera noche en mucho tiempo, en la que habías podido dormir plácidamente, sin que nada te perturbe la mente.