☁︎𝑺𝒆𝒓𝒆́ 𝒔𝒖 𝒂́𝒏𝒈𝒆𝒍 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒊𝒂́𝒏☁︎

ᴘᴇʀᴅᴏ́ɴ

Han Ji-sung

Hoy es sábado pero sin viaje a la isla Jeju porque la chica mala está enferma hace dos días y nosotros no quisimos ir sin nuestra adorada mánager.

Tendríamos todo el fin de semana libre y la mayoría decidió ir a hacer sus "cosas", pero yo me quedé con T/N. Ella me repitió unas veinte veces ésta mañana la frase "Ardillita, ve a hacer lo que quieras. Puedo cuidarme sola, no moriré" y pues yo cómo buen ser humano que soy, la ignoré.

Por lo poco que sé, los chicos fueron a visitar a sus familias y volverían el domingo a la mañana. Yo no fui a ver a mí familia, pero no porque no tuviera una o me importara poco verlos. Uno siempre quiere ver a su familia... Bueno algunos, no todos, aclaremos por las dudas. Pero yo sí, siempre quiero estar con ellos.

No fui porque ayer vinieron mis padres a visitarme. Y les avisé que hoy no iba ir a casa ya que quería quedarme a cuidarla, ellos me dijeron que no me preocupara y que cuidara bien a la señorita.

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Estuvimos toda la mañana mirando películas, nuestro elaboradisimo almuerzo constó de unos ricos fideos instantáneos. Después de acomodar todo en su lugar, con una caprichosa ayudandome, pues le había repetido unas veinte veces que yo haría todo hoy... ¿A ésto se le puede llamar karma o no? Bueno, no importa.

Ella fue a descansar un rato mientras que yo quedé en la sala boludeando con el celular hasta que me aburrí y fui a dormir con ella. Creo que no había tenido la oportunidad de decir que me gusta mucho dormir con la chica mala.

Si le preguntaran a ella quién es el más mimado de la casa, sin dudarlo les diría que soy yo. Pero no tienen que creerle, o si? Bueno un poco. Un poco mucho. En fin la hipocresía.

¿Saben lo que odio de dormir seguido con T/N? Que ya no me despierta suavemente, ahora lo hace con mucha brutalidad, me mueve tan rápido que hace que mí pobre cerebro vaya de aquí para allá. Justo como lo está haciendo ahora.

—HAAAAAN... HAAAAAAAAAAAN— me gritaba mientras que se acercaba a mí oído como si no fuera suficiente con sus golpes.

—¿QUEEEE?— le grité mientras me paraba lo más rápido posible haciendo que un mareo se presentara sobré mi lindo cuerpito.

—Ay, perdón. Son las 20:30, ya dormimos mucho...— dijo ya con su tono normal —Vayamos a cenar fuera, ya me siento mejor.— finalizó y salió de la habitación.

Tarde unos minutos en reaccionar ya que estaba bastante aturdido, ésta chica es un LOCA. Busqué ropa cómoda y fui a bañarme.

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Fuimos a esos lugares dónde venden "comida callejera", en sí yo cómo comida de donde sea, claro que no me van a dar cosas podridas y eso, pero bueno... Porque al final todo iba a terminar mezclándose en mí estómago, no hay que ser delicado.

Estábamos terminando de comer y en todo ese tiempo ninguno de los dos habló, a pesar de que había mucho ruido a nuestro al rededor, el silencio entre nosotros era cómodo pero yo decidí romper ese silencio. Porque como que me llamo Han Ji-sung y necesitaba hablar un ratito.

Más específicamente quería su opinión con un temita.

—T/N... ¿Tú crees que si yo me disculpo con los chicos ellos se lo podrían tomar bien?

—¿Hablas más puntualmente de Hyunjin verdad?

—Mmm sí un poco, pero quería pedirle perdón a él y a todos en general para que quizás así les entre mí espíritu de arrepentimiento y podamos estar todos juntos de nuevo.

—Deberías hacerlo, aunque hay probabilidades de que a la primera que digas una palabra el rubio te dirá "idiota", es un clásico pero aún así házlo.— me dedicó una tierna sonrisa.

—Eso sí, pero bueno lo haré. Solo quería saber que opinabas tú.

—Ya todos sabemos que eres el más mimado ardilla pero, desde cuándo te pones a pensar en el qué diré? No te ofendas, solo me sorprende un poco.— se apresuró a decir ésto último mientras acariciaba mí mano que estaba sobre la mesa.

—Pues... Verás... Tú siempre dices que viniste para cuidarnos, para ayudarnos a estar juntos de nuevo. Y yo quiero darte mí corazón aunque esa frase suene muy mal la verdad.

—Sí lo sé— se rio por un momento y prosiguió —Te cuidaré Jisung, gracias por confiar en mí.

—Pero... ¿Tú podrías prometer que no te irás? ¿Te quedarás con nosotros a pesar de terminar con tú dichosa misión? ¿Te quedarás para seguir cuidandonos aún cuando ya tengamos 50 años?— ésta última pregunta hizo reír con ganas a la chica mala.

—No puedo hacerte promesas que quizás no pueda cumplir. Pero sí puedo prometerte algo...— hizo una pausa para tomar un poco de su limonada —Prometo cuidarte a ti y a los demás hasta el último segundo de mí fecha límite.

—¿Te irás verdad?— sentía como mí pecho se encongía y las lágrimas amenzaban con salir.

—Eso sólo lo sabe Dios y que crees, no puedo hablar con él tan seguido. Tampoco le gusta revelar el futuro, es alguien muy misterioro mí querido padre.

—Si algún día hablas con él, pídele más tiempo, para que te quedes con nosotros.

—Le haré saber de tu petición no te preocupes. Ahora vamos a casa que ya son las once de la noche.

La hora había pasado muy rápido. Y de camino a casa lo único que pensaba era en "Cómo es que podía estar tan calmada sabiendo que un día tendrá que irse así sin más, dejando todo ésto en el pasado. ¿O acaso no somos importantes para ella? No creo que sea así, ella siempre nos hace saber, hasta con los más pequeños detalles, cuánto nos aprecia".

Chica mala, tú estás calmada y yo siento que me va a dar un ataque. No te vayas, podemos rompernos al segundo de tu partida.

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El domingo en la mañana, cuándo todos llegaron les dije que debíamos hablar. Nos sentamos todos en la sala y les pedí perdón, empezando por Hwang Hyun-jin.

Ésa mañana decidimos comenzar todos de cero, dejando todas nuestras diferencias en el pasado, lo estabamos intentando de nuevo, era hora de ser feliz. Eso creo.