Todo seria tan distinto sin ti.

Miguel.

Al siguiente día me desperté en mi habitación, Me sentí muy relajada, muy natural… fue una sensación magnifica.

Me levante y me di una ducha. Me vestí y baje a desayunar, necesitaba recomponer energía. Subí a mi habitación y me sonó el móvil, era Noa.

Yo: Hola fea, dime.

Noa: Dime tu que le dijiste a mi hermano que me te llamara.

Yo: Ah si era para preguntarte si necesitabas que te echara una mano en algo.

Noa: Jeje no ya está todo listo, tranquila.

Yo: Bueno cualquier cosa me dice.

Noa: Te aviso, oye una pregunta ya está todo lo de la fiesta arreglado?

Yo: Si… bueno solo queda esperar a que se marchen mis padres para organizar las cosas de casa y colocarlo todo.

Noa: Si quieres podemos ir a comprar las cosas ahora así ya nos sacamos eso de encima.

Yo: Bueno vale, aviso y quedamos en…

Noa: Quedamos en mi casa a las 12:30 y almorzamos juntas?

Yo: Vale sin ningún problema

Noa: Pues hasta ahora.

Yo: Besos

Me vestí y apronte mi bolso, me maquille y avise en casa que iba a salir con Noa a hacer las ultimas comparas para la fiesta.

A las 12:30 estaba esperando a Noa en la puerta de su casa, Noa salió y nos fuimos al centro comercial.

Por el camino Noa no paro de hablar de Miguel, se notaba que estaba muy emocionada por el regreso de Miguel.

Yo encambio, estaba algo incomoda conmigo misma, sentia una mal presentimiento, no sé, no le dí importancia.

Llegamos.

Noa: Oye, Lidia, tu cres que será buena idea decirle a Tamara que venga a la fiesta?

Mire hacia Noa un poco confindida.

Yo: Pensé… bueno, pensamos que era buena idea. ¿Por qué me pregunta eso Noa?

Noa: No sé,  da igual no me hagas caso.

No hice  comentario al respecto

Recorrimos todo el centro comercial en busca de las cosas para la fiesta.

Al final del día estaba reventada.

Al acabar acompañe a Noa hasta su casa y ni pense en Diego. Sin duda algo me pasaba.

 Llegue a mi casa, y estaba tan cansada que me tire en cama y me deje llevar por mi cansancio.

Al día siguiente mis padres marcharon y me desperté algo preocupada estaba segura que no era por la marcha de mis padre pero, seguía sin saber el por qué de todo esto que me estaba sucediendo.

Decidí comenzar a preparar todo para la fiesta, así de paso que adelanto trabajo, me distraigo.

Al final quedo todo precioso. Estaba cayendo la tarde y las luces en los árboles brillaban, las velas daban un toque de magia que encajaba a la perfección con el ambiente… todo estaba tan perfecto.

Suena mi móvil en mi habitación. Subo al piso de arriba a toda leche. Es Diego.

Yo: Hola, que tal amor ?

Diego: Muy bien fea, y tú que tal estas?

Yo: Pues bien, acabando de contemplar como quedaron los adornos de la fiesta.