Tú significas mucho.

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Estuvimos un rato charlando hasta tarde.

 Cuando llegue a casa me metí en el Tuenti. Vi que Tamara tenía fotos de esta mañana con amigos de Diego, del equipo. Pero di estuvo allí hoy por la mañana, tubo que ver a Diego. Seguí mirando las fotos. No vi ninguna foto con Diego.

Puse música y fui a cenar.

Mamá: Lidia, nos vamos en tres días.

Yo: Vale.

Papá: Ya sabes lo que vas a hacer?

Yo: Si una fiesta en la piscina.

Papá: Vale, después vienes a hablar conmigo y te doy el dinero vale, lo dejaré en mi habitación  detrás del cuadro principal, ya sabe no?

Yo: Sí, papá muchas gracias.

Papá: De nada, aprovecha bien el tiempo Lidia.

Me levante y me fui. De camino a mi habitación pensé en las palabras de mi padre. Estoy muy orgullosa de él, porque si no fuera por él muchas cosas no serían posible, y seguramente nuestra vida no sería así. Valoro cada acto, cada detalle y cada gesto que la vida nos hace día a día.

Me educaron con valores y les doy mucha importancia.

Llegue a mi habitación y me cambie, me puse un vestido blanco, corto de playa.

Puse música, mientras esperaba la llamada de Diego, le mandé un mensaje a Noa, diciéndole que me llamará mañana por la mañana temprano.

Cerré el Tuenti y fui a la habitación de mis padres para ver si estaban dormidos. Genial.

Subí a mi habitación y fui al baño. Me mire al espejo, me moje la cara y me seque. Cogí el neceser de maquillaje y saque el lápiz de ojos negro. Me hice la ralla y me puse rímel.

Sonó el móvil.

Salí despacito de mi habitación y fui al jardín. Abrí la puerta y salí. Era de noche y hacia calor. Cerré la puerta y me gire, hay estaba Diego, esperando. Me acerque a él y le bese. Me abrazó.

Diego: Cielo vamos?

Yo: Si.

Me cogió de la mano y empezamos a andar. La noche era perfecta. El cielo estaba estrellado y en la playa no había casi nadie.

Llegamos a una especie de cueva que había junto al mar. Dentro había unas velitas alumbrando y en el suelo una manta.

Yo: Diego, que es esto?

Estaba un poco nerviosa, pero cuando él se giro para contestarme, con su mirada me llego la calma y me aporto confianza, me sentía protegida a su lado.

Diego: Cielo, ven.

Me dio la mano y me ayudo a sentarme en la manta, el se sentó detrás de mi y apoyo su cabeza en mi hombro.

Diego: Lidia,  eres especial. Te ha traído aquí para decirte que nunca pensé que sentiría esto que siento por ti. Jamás imagine que la mejor amiga de mi hermana pequeña fuera a hacerme esto. Li, te conozco desde toda mi vida. Y quiero estar el resto de ella, contigo.

Mi corazón estaba tranquilo, pero volvía a sentir se escalofrío frío que recorría mi cuerpo.

Diego: Lidia, te quiero y estoy seguro de que te querré siempre y para siempre.

Yo empezaba a ponerme nerviosa.

Yo: Diego, desde enana te quise, siempre. Soñaba contigo, pero eras un amor platónico, inalcanzable. Y me asegure de que era inalcanzable cuando te vi con Tamara. Ahora esto es como aquel sueño que tantas veces tuve de pequeña. Y contigo soy feliz.

Me abrazo muy fuerte.

Me puse de pie para ver las vistas que habían, él se quedó sentado, mirándome.

Yo: Cielo, ven, mira que bonito.

Se levanto y vino a junto mía.

Yo: Gracias.

Diego: A ti.

Le abracé y apoye mi cabeza en su pecho, podía escuchar su corazón. Me besó la cabeza.

Y me susurró: Tú significas mucho, mi vida, más de lo que te puedes imaginar.

Estábamos abrazados, en la entrada de una cueva, todo estaba bien, todo era perfecto si a mi lado, estaba él.

Todo seria tan distinto sin ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora