19.

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- lo lamento... no pude evitar que se durmiera, señor bakugo.

Katsuki cerró la puerta de la entrada y nego con algo de comprensión mientras dejaba su saco en el perchero. De cualquier manera e inevitablemente, sabía que estaba mejor así, se levantaría durante todas las madrugadas si izuku también lo hacía.

- entonces, esta mejor?

Uraraka asintió intranquila, contradiciendose más de lo necesario con aquella actitud desanimada. Katsuki se inquieto a sabiendas de lo visto y escuchado, solo suspirando como respuesta.

- fue una punzada en el vientre, izu se asusto un poco y dijo que lo sintió un par de veces más mientras tomaba su baño por la tarde, tiene muy controlados sus medicamentos y no quise agregarle algo más, por eso llame a la doctora, me dijo quería revisarlo.

La sensación de aprensión inundó su mente, sus pulmones y su pecho. Sintió un crujir al fondo, como si su cuerpo y mente le advirtieran que una mala noticia más desmoronaria toda la serenidad que se había permitido construir.

- señor bakugo, se que es incierto. De verdad espero que mañana les digan que todo esta bien. Izuku y su bebé son muy fuertes, estoy segura de eso.

Katsuki talló un poco su rostro de manera irritada y camino hacia la cocina para servirse un vaso de agua para la garganta seca y los sentimientos blandos que sintió de repente.

- gracias por cuidarlo, mañana seguro te informaré como estuvo la cita, te puedes ir, ya es tarde.

Uraraka tomo su bolso y camino hacia la puerta, se despidió amable y cuando salio, el ruidoso exterior la hizo darse cuenta de lo silencioso que estaba dentro de aquella casa.

Katsuki trato de controlarse, trato de enfriar su cabeza y trato con todas las fuerzas que tenia en ese momento en no sobrepensar nada. Caminó tranquilo hacia su habitación, observando primero lo apacible de su alrededor, lo pacífico que se veía izuku sobre la cama, sus lindos rizos reposando sobre la almohada y su inhalación y exhalación tan silenciosa como lo ameritaba el momento.

Todo estaba bien.

Se acostó a su lado, rendido, necesitado y acabado, acarició su mejilla pecosa y seguido bajó su mano hacia el vientre de izuku, su cuerpo se sentía tan cálido, tan tan ilustre y lleno de vida, que su somnolencia se rindió ante aquella sensación y katsuki cerró los ojos sin darse cuenta siquiera.

Y mierda, como le hubiera gustado estar dormido por más de dos horas después de eso.

- kacchan lo siento!

Bakugo frunció su ceño, aceptando que no dormiría más. Se inclino sobre la cama y suspiro exahusto.
- qué estas haciendo nerd? - la corta pregunta apenas fue audible, izuku contuvo una risa graciosa, una de esas que tiene cuando esta incómodo o se siente responsable de algo que no queria, en este caso, la actitud soñalienta y disfrazada de katsuki. Se veía tan cansado.

- vuelve a dormir, por favor - inquirio culpable el de ojos verdes, apagando de nueva cuenta la luz que habia encendido accidentalmente. Sin embargo, izuku escucho la base de la cama crujir con suavidad cuando bakugo se levanto y encendió de vuelta la luz, encontrándose con aquellos bonitos ojos verdes que había extrañado de sobremanera desde que salió al trabajo por la mañana.

- no vas a la cocina a preparar más estúpidos pancakes, o si?

Bakugo escucho aquella suave risa incapaz de saciarlo y sonrió sin percatarse realmente.

- qué sucede esta vez, qué quieres nerd? dime - imploro katsuki, pasando los dedos de su mano por los rizos suaves de izuku.

Algo rendido ante el tacto, ante aquel tono calmado y adormilado que escuchaba, ante la diferencia de altura y ante la simple presencia de katsuki frente a él, decidió ser codicioso, de cualquier manera el también había pensado en bakugo durante todo el día, lo había extrañado.

- tengo hambre, kacchan - confesó apenado, necesitado, negado a la idea de invertase una excusa falsa y regresar a la cama a pesar de ver lo exausto que estaba su esposo, porque el no tenía nada de sueño y porque tenía hambre.

- claro que si, qué quieres? prepararé lo que sea.

Se sintió tan tan afortunado, tan mimado, tan amado.

Y después se sintió tan tan culpable.

Bakugo katsuki aún tenía puesto el traje del trabajo, aunque de una forma mucho más desarreglada, el saco no estaba afortunadamente, pero la corbata aflojada y la camisa arrugada y desfajada aún estaban ahí. Izuku se acercó más a katsuki y unto de manera tierna su rostro en el pecho de bakugo, pensando en una alternativa más rápida que el katsudon que tenía en mente desde antes de despertar.

Del que tenia tantas ganas.

- podemos ir al super?

Katsuki miró a izuku con detenimiento y duda.

- solo tenemos que caminar una cuadra, se supone que esta abierto 24 horas, son solo las dos - finalizó desidido.

- no nerd, hay mucho viento afuera y no pienso salir contigo así a esta jodida hora. Te prepararé algo.

La mirada de decepción en aquellos ojos verdes no duraron más de cinco segundos, cuando bakugo lo noto, izuku ya había salido de la habitación con un abrigo que alcanzó a tomar y con las llaves de la puerta del departamento.

- maldición izuku, dije que no.

Alcanzo a tomarlo del brazo cuando el de rizos abrio la puerta y el viento de la noche azotó sus cuerpos. Izuku sonrió gracioso cuando vio que su esposo casi sale sin zapatos.

- por favor, kacchan - pidió, una vez más.
Y eso fue suficiente.

Minutos después, katsuki veía de manera amenazante a cualquier desconocido que cruzara por su calle y a cualquier auto que avanzará con rapidez cerca de ellos, y por si fuera poco, el sonido de las pantuflas de izuku hacia más irritante la pequeña ida al super. Bakugo solo se puso los zapatos, por lo que su aspecto asimilaba más al de un ebrio que tuvo una mala noche y no al de un oficinista que necesitaba descansar.

La luz del pequeño super escandalizó la vista de ambos, pero el de ojos verdes siguió su camino tomando aún la mano de bakugo.

- kacchan, mañana iremos a la clínica?

Un golpe de realidad golpeó su mente cansada cuando escucho aquella pregunta, trato de quitarle protagonismo a esa sensación y observo de manera distraída los pasillos que lo hacía cruzar izuku como si estuviera buscando entre los estantes algo en específico.

- kacchan?

Katsuki lo miró lleno de duda.

- qué sucede?
- escuchaste lo que te pregunte?
- por supuesto, este jodido lugar es muy silencioso.
- entonces, iremos?
- necesito dormír si mi estúpido plan es conducir dos horas, maldita sea.

Izuku se detiene en seco, con la mirada quieta y la respiración acortada. Bakugo cree que el de ojos verdes tomó lo dicho a mal, lo cual no estaría equivocado, katsuki nunca a mostrado un buen humor cuando le faltan horas de sueño.

- kacchan, lo encontré!

Bakugo, lleno de incertidumbre, olvida la disculpa que estaba preparando y gira al refrigerador que esta detrás suyo, donde la mirada de izuku se pierde y se profundiza.

- que carajo nerd? dijiste que tenias hambre.

Katsuki siente la mano que aferraba a la suya deslizarse de su agarre, y pronto, entiende que es quizá la primera vez que izuku tiene deseo de algo, y aunque la idea de que no fuera comida sino algo similar a una bebida que seguramente tiene sabor a helado de fresa o chocolate, lo detenían un poco, decide abandonar su humor estricto y responsable y solo compra, paga todo lo que el de ojos verdes quiere y después regresan a casa.













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⏰ Última actualización: Jun 02 ⏰

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