Capítulo V

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SAGE

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SAGE

—Rodeamos Cepheus, Cygnus y Vega hasta llegar a Lyra. El rey Rossby esperará que vayamos directo por el Castillo ahora que conquistamos 3 de sus 4 aldeas —nos explica Blaze señalando distintos puntos en el mapa sobre la mesa que había en la Sala de la Guardia Real.

—Exacto, usaremos el arma que recogimos de Cepheus contra ellos, las tropas en Lyra son pocas y contaremos con el factor sorpresa —completa Alarick.

Llevábamos semanas preparándonos para invadir Lyra, la última aldea del reino Deneb. Alarick y Blaze terminaban de perfeccionar el plan, contándonos todos los detalles mientras nosotros los escuchábamos atentamente parados alrededor de la mesa.

La invasión sería en una semana.

—¿No creen que las tropas del Castillo podrían interceptarnos? —preguntó Eileen.

—Ya lo previmos. Por eso nos dividiremos junto con el ejército —respondió Alarick.

—Alarick, Adeena, Harlyn, Keegan, Sage y yo iremos directamente a Lyra, mientras tú, Makayla y Alessio nos cubren de la posible intercepción —finalizó Blaze.

—Así evitaremos cualquier tipo de emboscada y la invasión saldrá según lo planeado —Alarick dijo mirándonos a todos —. ¿Entendieron?

Boswell ambicionaba conquistar uno de los reinos cercanos a nuestra Alianza, que contaba con cuatro aldeas, tres de las cuales ya habían sido tomadas cuando yo llegué, solo nos faltaba Lyra para poder derrocar por completo al rey Rossby de Deneb.

Asentimos.

***

Iba camino al campo de entrenamiento por uno de los tantos pasillos que desembocaban a él, se ubicaba en uno de los patios interiores en el Castillo. Ya habían pasado cinco semanas desde que había llegado y ya tenía una amistad con Harlyn, Alex y Mak.

—Sage es solo su reemplazo y sobra en la guardia.

Mi nombre siendo pronunciado por Alarick al llegar me detuvo detrás de una columna.

¿Qué carajos? ¿Qué se supone que significa eso?

—Pienso igual, siendo ocho seríamos suficientes. ¿Acaso no la extrañas?

Estaba hablando con Blaze.

No me sorprende de él, ¿pero Alarick? Creí que nos llevábamos bien.

<<¿Acaso no la extrañas?>>

¿A quién? ¿A la zynuk antigua?

—Cada maldito minuto del día. No creo que nadie nunca pueda llenar su lugar, ella era muy especial —respondió Alarick.

—Sage no podría reemplazarla, nunca sería mejor. Leilani era demasiado...

Contestó Blaze y antes de poder escuchar más Mak me interrumpió.

—¡Sage, te estábamos buscando! —señaló a Kee a su lado.

Fingí una sonrisa —Perdón, salí a correr en la mañana —finalice mintiendo.

—Bueno, vamos —dijo ella sonriendo y empujándonos hacia el campo de entrenamiento.

Visualicé a Alarick, me estaba sonriendo.

—Buenos días, Evonee —él me decía así desde nuestra conversación en el jardín cuando discutíamos para que dejara de llamarme nueva, incluso llegué a pensar que era lindo. Pero ahora lo había escuchado decir que no era suficiente, ¿entonces por qué fingía que le agradaba?

Hipócrita.

—Kinn —expresé sarcásticamente antes de seguir caminando. Él frunció el ceño extrañado, se había acostumbrado a mis saludos cálidos.

Ya no más.

—Bien, ya estamos todos, empecemos —dijo él dando por iniciado el entrenamiento de hoy.

Lo ignoré todo el tiempo.

***

—Debes irte Sage.

—¡No! ¡No quiero dejarte! —mis gritos eran desgarradores.

—Ni yo lo quiero, pero te matarán si se enteran —lágrimas corrían por sus pálidas mejillas —Si te vas con ellos estarás a salvo. Aprenderás a defenderte y cuando crezcas, prometo que volverás conmigo. Cuando estés lista.

—Tengo miedo —susurré aferrándome a ella, sentía las lágrimas en mi propio rostro.

—Te amo, nunca lo olvides —dijo la niña antes de que me arrastraran con fuerza lejos de ella.

—¡No, por favor! ¡Quiero quedarme contigo!

Su silueta se fue desvaneciendo. Luché una última vez por soltarme y alcanzarla antes de que me tragara la oscuridad.

Desperté con un grito atorado en mi garganta, respiraba con dificultad, las lágrimas corriendo libremente por mis mejillas.

Otra pesadilla más.

Llevaba soñando lo mismo desde hace días, pero seguía sin poder darle un significado.

El rostro de la niña... No lograba identificarlo y ella parecía conocerme, siempre decía mi nombre.

No entendía lo que estaba pasando.

Suspiré y me puse de pie, buscando mis botas y algo para ponerme encima. Salí del castillo sigilosamente y comencé a correr sin mirar atrás, ya no podría volver a dormir después de esto.

Necesitaba despejarme.

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~Zhaleena🦋

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