☆09☆

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El rubio iba a pasos apresurados, con suerte y encontraría a su hyung despierto, pues cuando no tenía nada que hacer, simplemente dormía.

Llegó al hogar de su mayor y abrió con la llave que dejaba escondida en una macetera, escuchó bolsas provenientes de la cocina y sonrió, aspirando y exhalando para ordenar sus ideas.

Llegó hasta el lugar de la cocina y se petrificó en su sitio. Dejó caer la llave con la que había entrado, y por fin, el desconocido se giró en su dirección.

—¡Tae! Me has pegado un buen susto.— Dijo con exageración aquel castaño.

¿Cómo era que sabía su nombre?
¿Qué hacía en la casa de su hyung?
¿Por qué estaba desnudo?
Y sobre todo... ¿Por qué su cabello era tan bonito y familiar, que le daban ganas de tocarlo?

—¿Hola? ¿Te ha comido la lengua el gato?— El castaño llevó sus manos a su cintura, acercándose al rubio, quién por inercia retrocedió algo asustado. —¡Oh, claro! No debes de reconocerme.— Rió escandalosamente sosteniendo su estómago, el rubio simplemente no podía dejar de mirarle. —Mi nombre es Hoseok, tú debes de conocerme como Holly.—

D-Dis... ¿Disculpa?— Se atrevió a decir por fin.

—Que bueno que estás aquí. Ese bobo de Yoongi la primera vez que llegué aquí me dió unas bolas blancas extrañas que sabían delicioso, ¿sabes qué son?— Cuestionó haciendo un leve puchero en sus labios, suspirando levemente.

El rubio quería decir algo, pero le era imposible. Las palabras simplemente no querían salir. De pronto escuchó unas pisadas afuera, se dejó caer en el sofá pues sus piernas flaquearon, ese tipo no podría estar hablando en serio, ¿no?

—¡Oh, no! ¡Es el olor de ese fantasma! ¡Aún no estoy listo para que vea mi bello rostro!

El extraño se fue a cubrir con las sábanas como si su vida dependiera de ello, Taehyung, sin siquiera notarlo sus manos comenzaron a temblar.

La puerta fue abierta, y hasta que ésta fue cerrada el rubio reaccionó, dando un pequeño salto en su lugar.

—¿Kim?— Su voz ronca denotaba total confusión, el estado del rubio era extraño, se encontraba en una especie de trance.

—Hyung... Eh...— Por fin levantó la mirada hacia el pálido, pero unos ladridos provenientes de la cama hicieron que un escalofrío recorriera todo su ser.

—Holly, pequeño bastardo, ¿qué le hiciste a Taehyung?— Rió, pero esa frase al mencionado no le hizo nada de gracia.

—Debo... Irme...— Se levantó y a pasos torpes caminó hacia la puerta.

Al estar ya afuera corrió, como si su vida dependiera de ello, hasta estar en la casa de su mejor amigo, tocó el timbre algo desesperado hasta que le abrieron la puerta.

—¿Taehyunie? ¿Por qué te ves así?

—¡Jinnie!— Se abalanzó sobre los brazos de su amigo sin dejar su leve temblor de lado.

[...]

—Pff, ¿qué le pasa?— Dijo mirando hacia la puerta, donde el menor había recién salido. Encontró la copia de sus llaves tirada en la cocina, supuso que había sido un descuido del anterior visitante.

Se encaminó hacia la cocina y frunció el ceño mientras miraba el gran desorden que yacía ahí. Comenzó a guardar todo en su lugar con una extraña sensación recorriendo su anatomía.

—¿Qué le pasa a este chico? Irrumpe mi casa, desordena y ni se digna a ordenar.

Un pequeño aullido salió de su mascota y este solo rió acercándose a él.

Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora