Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.

☆11☆

Era un día caluroso, y el pálido se levantó sudando por todos sus poros, se había olvidado de encender el aire acondicionado. Se levantó con pesadez y fue directamente a encenderlo, se quitó la camisa para refrescarse un poco, no quería bañarse aún.

Se recostó nuevamente en su cama y las notificaciones azotaron sus oídos, tomó su móvil con irritación y se levantó de golpe provocándole un mareo.

—Mierda, Holly, ¿por qué justamente hoy no me despertaste?— Se frotó los ojos. —¿Holly?— Miró su cama y no había rastros. —¿Dónde te metiste, pequeño bribón?— Buscó en la sala, en la cocina, y cuando no estaba en el baño empezó a desesperarse.

Sacó rápidamente su móvil marcando el mismo número que siempre marcaba cuando estaba en problemas, efectivamente, el de Namjoon. —¡Yoongi! Whazza ma friend.—

—Nam, ahora mismo no tengo tiempo para bromas.— Dijo mientras salió casi corriendo a la calle a mirar a los alrededores.

—Joder, ¿ha pasado algo malo?

—Es... Holly, no le encuentro.

—Mierda, ¿seguro que buscaste bien?

—Estoy muy seguro, sí, incluso estoy vagando por el barrio ahora.

—Está bien... Iré en seguida, regresa a tu casa.

°•°•°•°

—¿Dices que anoche le diste de comer a las 11 de la noche?— Dijo casi con ironía el moreno mientras el pálido jugueteaba con sus dedos previendo una crisis de ansiedad.

—Si, si, joder, si.

—Bien, primeramente eres un mal dueño.— Recriminó. —Y segundo, no puedo creer que te hayas dormido en solo dos minutos, eres genial.— Una mirada venenosa fue dirigida a él y solo volteó la mirada silbando.

—Ni siquiera encontré sus rastros o desorden, todo estaba impecable.

—No quiero decir esto, pero...

—Si, Nam, recuerdo que me dijiste que pasara la noche en tu casa ayer, lo recuerdo perfectamente.— Afirmó comenzando a exaltarse levemente.

—Primero, debemos calmarnos, si él solo se fue, no debe de haber ido muy lejos, o alguien lo ha recogido.

—Mierda... Debí haber actuado más rápido.

—No te preocupes, Yoongi, lo encontraremos.— El moreno suspiró frunciendo sus labios, mirando al chico sentado en el sillón, quien estaba cabizbajo, sonrió apenas al ver que un pequeño animal había logrado cautivar su gélido corazón. —Bien, postearé en Instagram algo al respecto, también haz lo mismo.

Ｉｎｓｔａｇｒａｍ