Un gruñido fue lo que escapó de los labios del pálido al sentir algo suave y húmedo mojar su mejilla, le costó abrir los ojos pues no quería hacerlo. Al final lo hizo por la insistencia de su hiperactiva mascota.
—Mierda, Holly, déjame dormir.— Refunfuñó frustrado, pues era el único día que podía levantarse a la hora que se le plazca.
Su mascota, haciéndole caso omiso, comenzó a jalar de las sábanas mientras gruñía y movía su cabeza de un lado a otro tratando de "atacar" las sábanas.
Lastimosamente, no podía golpear a un perro, si fuera un humano ya estuviera lejos de su vista. Se levantó con pesar y checó la hora en su móvil. —¡Solo han pasado cuatro putas horas de que me dormí!— Exclamó frustrado llevándose sus cabellos hacia atrás, lanzándole una mala mirada al canino, quien podía jurar tenía una especie de sonrisa en el rostro. —Tiene que ser una jodida broma.— Su reloj marcaba las ocho treinta y cuatro de la mañana, se había dormido a las cuatro de la mañana viendo "The legend of white snake" todo ese rato, no era como que le gustaran esas series románticas, pero su mejor amiga Dahyun le pidió verla, pues quería tener a alguien con quien hablar de ello y expresar sus quejas respecto a la trama. Usó sus típicos ojos de cachorrito y Min no pudo negarse.
—Supongo que tienes hambre.— Le dijo con más calma a su mascota. —Ven, te daré comida.— Suspiró y se encaminó hasta la cocina donde guardaba las croquetas para su amada mascota, pero le resultó extraño que estas estuvieran un poco abiertas.
—No, tú no alcanzas hasta acá, debe de ser que no recordé taparlas bien.— Restregó su cara y empezó a servir en la taza de comida para cachorros, luego la puso en el suelo y no se extrañó de que Holly saliera corriendo a comer.
Él solamente se sirvió una taza de café y se sentó a ver las noticias locales.
—Agh, que repetitivo todo.— Frunció el ceño y apagó la televisión frustrado, sentía que iba a ser un largo día.
De tanto pasar los canales escuchó su móvil vibrar en la mesita de café de la sala, dejó la taza de café en la misma y tomó su teléfono.
—¿Hola?— Respondió aún somnoliento, escuchando un grito del otro lado de la línea.
—¡Yoongi~!— Se separó el móvil de la oreja y rodó los ojos, la chica podía ser fastidiosa a veces.
—Cállate, mocosa, no estoy sordo.— Respondió oyendo un raro suspiro al otro lado, jurando que esta tenía las mejillas infladas.
—Como sea, ¿Miraste la serie?— Cuestionó, se notaba claramente la pizca de ilusión con la que hablaba.
—Si, la miré.— Respondió desganado. —Y te diré que en el segundo capítulo no me gustó la caída toda mierda que tuvieron los protagonistas.— Habló recordando la escena en su mente, se deberían de haber esforzado más. Escuchó una risa al otro lado y no pudo evitar sonreír también.
—Bueeno, no todas las actuaciones son tan buenas que digamos... Pero, la trama estaba buenísima.— Sonrió al oír la ilusión en la voz de la pequeña, aunque no lo admitiera la quería. — ¿Cómo está el cachorrito, oppa?— La pregunta lo tomó por sorpresa, llevando su mirada hacia el canino, quien ahora se encontraba recostado sobre sus pies.
—Ah, bueno, esa criatura no hace más que comer y dormir... Y en algunos casos desordenar mis cosas.— Suspiró por la risa que se oyó proveniente de Dahyun y soltó un bostezo.
—Cuidado lo vas a tirar a la calle en uno de tus ataques feos.— Se burló la joven mientras Min gruñía. —¡Cuídate, oppa! Me tengo que ir, nos veremos prontoo~.— La llamada fue cortada y el solamente suspiró por vigésima vez.
Tenía sueño, no había dormido bien gracias a su perro, así que decidió irse de nuevo a su cama y escabullirse entre las frescas sabanas.
No hacía daño dormir horas de más.
Para cuando despertó ya era algo tarde, exactamente las 3.30, si, se había saltado el almuerzo. Poco le importaba comer o no, pero observó a su perro y le sorprendía que no tuviese hambre.
Se levantó de su cama y fue a darse una ducha rápida, cuando se vistió y fue a la cocina frunció levemente el ceño al ver las bolsas de las frituras que restaron anoche casi vacías, jurando que el había dejado poco más de la mitad. —Ahora tengo alzhéimer, claro.— Habló con ironía, aunque de verdad debería preocuparse por eso.
Luego de unos minutos recibió una llamada de Namjoon, invitándole a una fiesta bien sabiendo que lo más probable era una negativa.
—Oh, vamos viejo, tú nunca sales, te vendría bien levantar tu trasero de la cama de vez en cuando.—
—¿Por qué dices que nunca salgo? Voy a la universidad, al supermercado y al gimnasio.—
—No me jodas, al gimnasio fuiste una sola vez y fue para darte una ducha caliente que dijiste el filtro de agua caliente se dañó en tu casa. La única vez que pisaste un gimnasio. Oh vamos, sabes a que me refiero.—
—Pffff, claro que no, si hice ejercicio en el gimnasio.—
—Si por ejercicio dices girar la manecilla de la ducha, entonces si.—
—Cállate Nam.—
—¿Irás o no? Estará Jeon~...— Lo dijo con un tono un tanto meloso y burlesco a lo que Yoongi rodó los ojos.
—Voy a ir, pero no creas que es por Jeon.—
—Claro, como digas.—
Se vistió como normalmente lo hacía pues no tenía ropa "para fiestas" ya que pensaba que seria un desperdicio de dinero ya que casi no salía a éstas.
[...]
—¿Y a dónde se supone que vamos?— Preguntó el pelimenta adentro de su auto mirando a su amigo, quién estaba en el copiloto.
—Primero pasaremos por Tae— Respondió. —Luego iremos al campus de la Universidad de Seúl.— Culminó como si nada, sabiendo que ganaría una reprimenda.
—¡¿Acaso tienes picazón en el culo, Nam?!— Lo fulminó con la mirada. —¡¿Estás consciente de las consecuencias que traería que nos pillen?! ¡Deberías de haberme dicho!—
—Si te hubiera dicho te hubieses negado...—
—¡Pues claro que si, idiota!—
—Oh vamos, solo será una vez, le prometí a Tae que te convencería de venir.—
El pálido rodó los ojos con notorio enfado, Nam sabía que durante unos días no podía contar con él para nada.
—Lo haré solo porque le dijiste a Tae que pasaríamos por él, pero no pienses que me quedaré toda la noche ahí.— Sentenció arrancando el auto a lo que su amigo solo asintió.
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Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.
Fanfiction-¿Quién mierda eres y qué hiciste con mi perro?- -Yo... Soy tu perro... -Claro que no, tú no eres mi Holly. [...] Dos años después de haberse mudado de Daegu a Seúl, Yoongi decide autoadoptar a un pequeño canino que...