☆03☆

349 54 15
                                    

Un gruñido fue lo que salió de los labios del pálido al sentir algo suave, caliente y húmedo sobre su mejilla, cayendo en cuenta rápidamente que se trataba del pequeño perro que recién había adoptado.

—Agh, déjame.— Se tapó con las sábanas hasta la cabeza tratando de dormir más, pero para su mala suerte, en ese mismo momento la alarma de su móvil lo hizo levantarse de golpe. —¡ESTOY DESPIERTO!— Dijo agitado, Holly ni se inmutó, solamente ladeó su cabeza y elevó una de sus orejitas.

—Cachorro bastardo.— Musitó somnoliento acompañado de un bostezo. —¿No pudiste esperar más?— Sin agregar nada ya, se dirigió hacia su pequeña cocina mientras llenaba el tazón de su mascota con comida, luego de eso decidió meterse al baño a darse una ducha tibia pero rápida, había quedado de reunirse con Namjoon esa mañana.

—Veamos...— Una toalla amarrada a su cintura revisando su armario, era común en las mañanas de Min. —Ni que fuera a alguna pasarela.— Agregó algo frustrado tomando lo primero que encontró por ahí, asegurándose obviamente de que no fuese ropa sucia.

—Escúchame bien.— Habló cuando estaba casi listo. —Te vas a quedar solo en casa, así que no le abras a nadie...— ¿Por qué hablaba con un perro? El pobre capaz y ni sabía que estaba diciendo. —Ah, maldita sea, ahora resulta que hablo con perros.—  Negó con la cabeza y pudo jurar de nuevo que escuchó otra risa, o estaba quedando loco, o tenía que bendecir su casa. Lo más problable era la opción uno.

—Bien, tampoco te comas la comida que dejaré, porque si no te quedas sin almuerzo.— Suspiró y se apresuró a dejar todo en orden, en algún lugar donde su mascota no fuera a encontrar nada. —Hasta luego.— Acarició la cabeza del cachorro y luego se dirigió a la puerta, tomando sus cosas antes, dejó con llave y le rezó a cualquier entidad divina porque el canino no se le fuera a escapar.

[...]

—Y bueno, ¿Alguno ha oído hablar de los humanimales?— Las clases de historia estaban siendo sumamente aburridas, los Jueves eran demasiado pesados para su gusto y solo quería que las horas pasaran rápido para irse a dormir de nuevo en la comodidad de su cama.

—Señorita Yoo.— Le dió la palabra el profesor a Jiae, quien estaba alzando la mano.

—Según he leído, son fetos no completamente desarrollados de animales a los que les agregan células humanas. Los dejan en el vientre de algún animal. Pero realizar esto está sumamente prohibido en laboratorios de todo el mundo.— El profesor asintió dándole la razón a la chica, luego se volvió a toda la clase.

—Entonces, ¿Híbridos y Humanimales son la misma cosa?— Preguntó, dándole esta vez la palabra a Min.

—Son cosas completamente diferentes, mientras que los "humanimales" son creados por la raza humana, los híbridos se supone que son una raza ya creada en la naturaleza.— El profesor asintió, algo frustrado porque solo participaban los mismos alumnos de siempre.

—Excelentes respuestas, como ya hemos pasado el tema oral de los humanimales y su historia, haremos una prueba rápida de treinta puntos y pasaremos al tema nuevo que son los híbridos.— Quejas en alto fue lo único que se escuchó en el salón cuando el maestro Kwon concluyó la frase, pero el ni siquiera se inmutó.

Cuarenta minutos de un examen que estaba más fácil que la chica que se había acostado con media escuela.

Para Min no fue un problema, supuso que para Jiae tampoco pues ella entregó antes que él, esa chica se creía mejor que todos y eso le desagradaba a la mayoría, aunque no se podía negar que su físico era precioso.

°•°•°•°

—¿Qué tal el examen, Tae?— Cuestionó el pálido mientras bebía de su botella de agua, recién salían a su descanso, solo dos horas más de clase y listo.

—Ni me lo recuerdes, pésimo.— Respondió frustrado el menor, usando un tono de voz cansado, ni siquiera los Lunes eran tan cansados como los Jueves.

—¿Cómo que pésimo? Estaba como pan comido, en verdad que eres pendejo.— Miró la expresión molesta de su menor y no pudo evitar reír. —Ya, solo bromeo.—

—Ah, es la verdad, no sé como no dejé clases el año pasado.— Suspiró pesadamente, sintiéndose la persona más estúpida de todo el mundo, ¿Cómo era que un tema tan sencillo de solo un día pudiera costadole tanto?

—Te esfuerzas mucho, por eso no lo hiciste, solo que no te esfuerzas lo sificiente.— Lo animó el pálido, buscando alguna mesa vacía en la cafetería, cuando por fin la encontró se fueron a sentar ahí esperando a Namjoon y Tae a Seokjin, que habían quedado de verse.

—Me esfuerzo lo mejor que puedo, lo juro.— El castaño negó con la cabeza suspirando, divisando a lo lejos a Seokjin, al cual le hizo señas para que se fuera a sentar con ellos.

—Puedes más que eso, Taehyung.— Una tercera voz se hizo presente, la cual se sentó al mismo tiempo que el chico que Taehyung recién había llamado.

—Ya, no quiero hablar de clases, se supone que el descanso es para descansar.— Sentenció el castaño, quien volteó la mirada hacia Jeon, quien se aproximaba a su mesa.

—Oh, invité a Jungkook, espero que no sea una molestia.— Dijo el moreno dedicándoles una sonrisa a todos los presentes.

—Por supuesto que no.— Dijo esta vez Yoongi, apartándole un lugar al recién llegado para que se sentase junto a él.

Pasó el tiempo entre risas y malas miradas entre todos, hablaron de temas aleatorios y a Yoongi le pareció extraño que Jeon volteara su mirada hacia Taehyung y sonriera cada que este lo hacía, luego tocó volver a clases.

[...]

—Ah, veamos... ¿Qué tendrá este abuelo por aquí?— Habló para sí mismo un castaño, dentro de la casa de Min.

El individuo se puso a revisar los cajones, encontrándose con las croquetas de perro que el pálido guardaba ahí.

—Agh, sabían mejor las cositas blancas con algo encima.— Se rascó detrás de la oreja y se puso en alerta al escuchar unas llaves, rápidamente se fue a esconder debajo de las sábanas.

°•°•°•°

—¡Ya estoy en casa!— Anunció Yoongi esperando que su mascota saliera a recibirlo, pero en su lugar lo encontró plácidamente dormido sobre su cama.

Solamente rodó los ojos y se acercó ahí para cambiarse su ropa por una más cómoda. —Ni siquiera te importo si no estoy o no, ¿eh? Debería de dejarte solo todo el día.— Murmuró, y como si el pequeño hubiese entendido, se levantó rápidamente enrredándose con las sábanas para lamer el pómulo de su amo y mover la cola de izquierda a derecha.

—Eres un maldito.— Rió el pálido negando. —Te aseguro que no es ni siquiera por mi, es por la comida.— Sonrió y acarició la cabeza del pequeñín café, para luego levantarse y llenar la taza de su preciada mascota con comida.

Cuando ya hizo todo lo que tenía que hacer se aventó en el sillón de su pequeña sala con algunas frituras, siendo seguido por su canino quien saltó para acurrucarse a su lado, el siguiente día era Viernes y era feriado local, así que no tenía de que preocuparse.

Una buena noche de películas no le hace daño a nadie.

Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora