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Llegó el ansiado Viernes y un nervioso Taehyung se encontraba en casa de Namjoon luego de haber despedido a su hyung. Eran alrededor de las ocho de la mañana.

—No puede ser, ahora tendré que caminar a dónde sea que quiera ir.— Se dejó caer en el sillón. —Por cierto, Nam, tu casa es... Triste...— Rió levemente.

—No me jodas, tú eres un manipulador.— Se burló de él mirándolo desde el marco de la puerta que conectaba la cocina con la sala. —Si la hubieras visto antes... No había literalmente nada aquí, solo lo necesario. Realmente solo la ocupo para dormir.—

—Qué hombre más ocupado.— Rió otra vez, cuando de pronto se escuchó el timbre del apartamento y el rubio corrió a abrir.

—¡Seokjin! Ya te estabas tardando.— Sonrió enormemente el rubio, pues no acostumbraba a pasar el rato con el moreno.

Y solo esperaba que su estancia ahí no fuera incómoda, pues a veces podía notar cierta tensión entre los dos mayores, lo que le resultaba un poco extraño.

[...]

—¿...Y se supone que se convierte en humano?— Cuestionó un levemente irritado Namjoon viendo a la pequeña bola de pelos morder un juguete para perros como si éste estuviera amenzando su vida.

—Si, ya te lo dijimos.

—Ajá, bueno, yo saldré un rato. Cualquier inconveniente llámenme y, sobre todo, no entren a mi habitación.— Y dicho eso, tomó sus llaves y se largó, dejando a dos enfurruñados chicos que soltaron un suspiro al verlo irse.

—Tae, talvez no logremos hacer que Holly lo haga en presencia de Namjoon...— El peliplata se dejó caer junto a su menor en el sillón.

—Talvez tengamos suerte.— Hizo un pequeño puchero y luego se estiró soltando un "ah".

—¿Tienes sueño?— Le miró expectante.

—Me da sueño el pensar que mañana tengo que ir a clases.— Se quejó.

—Ni modo, te pasa por tonto.

—No seas tan directo.— Rió levemente mientras daba un codazo indoloro a las costillas de su amigo.

—De todas formas, ¿por qué no te quedas en casa hoy? ¿o las clases son importantes?

—Ja, con una falta más en Historia tendré ocupado todo el día de mañana para poder recuperar puntaje.— Puchereó. —¿Estarás bien solo?— Cuestionó mirándole con preocupación.

—Si, no te preocupes. Parece inofensivo, o al menos eso quiero creer.

—No te confíes, Jinnie, por favor.— Le tomó del hombro.

—No soy débil, Taehyung, tendré un bate en las manos siempre si eso te hace sentir mejor.— Rió.

—Bien, bien, confío en tí.— Sonrió. —Entonces me iré a la universidad para prestar unos libros.— Dicho eso se levantó y tomó su mochila.

—Cuídate.

—Tú también.

—¡Asegúrate de tenerme algo delicioso para el almuerzo!— Culminó, saliendo por la puerta.

[...]

Ya casi iban a marcar las once cuando la puerta de la casa del moreno fue abierta por él mismo.

Y la escena que encontró al entrar lo dejó perplejo.

Su hyung estaba plácidamente dormido en el sillón abrazando lo que parecía ser un bate de béisbol que quién sabe de dónde lo sacó.

Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora