La lluvia caía sobre la preparatoria, mientras dos personas se miraban intensamente sin decir nada. Sus corazones latiendo al unísono con ansías del otro, pero ella no se atreve a decir nada, conoce su destino, así que calla en favor de los demás, calla en favor de un futuro que aún no llega y siente como su corazón se rompe en pedazos.
El momento es roto por sus amigas, que llegan y sin pedir explicaciones o sin preguntar la hacen levantarse y la ayudan a llegar a casa, sin preocuparse por la otra persona en esa azotea, no lo consideran su problema, a pesar de que es su amigo, a pesar de que es la persona que acaba de salvarla.
En cuanto la dejan en casa, su mirada choca con la de su madre y como una niña pérdida corre a sus brazos, consiguiendo el abrazo que necesita, mientras que su madre preocupada la mira y trata de calmarla, no sabe lo que está pasando, pero apoya a su pequeña niña.
Una vez que me calmó, voy a mi habitación para tomar la ropa para darme un baño. Mi mirada choca nuevamente con la de mi madre, que no pregunta nada, aunque en su mirada se observa la preocupación, pero que puedo decirle si no sé yo misma lo que acaba de pasar.
Recuerdo todos estos meses, recuerdo todo el sufrimiento y recuerdo los motivos de mis sonrisas, y en cada uno de ellos está él o ella, por qué cada buen momento en los últimos meses tiene que ver con una guerrera que no pertenece a este sistema solar y eso hace que mi corazón sangre nuevamente, por qué le entendí perfectamente.
¿No soy lo suficiente bueno?
¿Puedo reemplazarlo?
Esas dos preguntas regresan a mí, y siento como mi corazón se acelera. Quiero decir que no, pero sé que estaría mintiendo. Sí que lo es, si qué puede.
La cuestión no es esa, la cuestión... es si yo me atrevo a dejar todo atrás, amo a Mamoru, aún lo hago. Me gustaría tenerle aquí, que me abrazara y eliminara toda duda de mi corazón, pero él no está no ha estado conmigo por muchos meses y las dudas siguen bombardeándome sin piedad.
Salgo de la bañera, y camino a mi habitación, siendo sorprendida por la presencia de Rei, no me la esperaba aquí, pero sé lo que vendrá... aunque me sorprende, parece preocupada por Seiya, no solo por el futuro, de pronto la radio es encendida por la pequeña Chibi Chibi y mi mundo se rompe nuevamente.
Ellos se van, el grupo se desintegra y es obvio que después de eso ellas también se irán, no puedo permitir que está tarde sea nuestra despedida, no con todo lo que siento en mi corazón, a pesar de toda la confusión.
Rei se va, junto con Luna, supongo que para hablar con las demás sobre lo que le he dicho. Me siento mejor de haber confesado que Mamoru nunca ha estado para mí, en estos últimos meses, pero aun así, me siento mal por lo de esta tarde.
Miro a Chibi Chibi que solo sonríe feliz, y sus ojos zafiros me congelan, su mirada se clava en la mía, y lágrimas llenan mis ojos, pues no quiero perder otra mirada zafiro y en ese momento, me doy cuenta de que no solo amo a Mamoru y mi corazón se detiene, yo no puedo amarle, no puedo prometerle nada, pero puedo ser sincera con él.
Cambio de idea, me deshago de mi pijama y tomó una falda corta, y una sudadera sobre mi ropa interior, luego tomó unas botas impermeables, pues aún sigue lloviendo y con cuidado cierro la puerta, mientras le doy un beso a Chibi Chibi y espero a que se duerma, cuando la pequeña se queda dormida, apago la luz y me escabullo por el balcón.
En mi escapada, casi caigo debido a la lluvia, pero no me detengo. Cuando estoy a dos calles de mi casa, me escondo e invoco mi henshin, el recuerdo de esta tarde me golpea y me siento temblar de miedo, si Tyn Nianko me encuentra ahora, no habrá nadie que me salve, pero me sobrepongo al miedo, no puedo permitir que el miedo me impida avanzar no ahora que me he decidido.
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Lonely
Fanfiction[Stars Season] [Post-Stars] Antes de que la batalla final contra Galaxia se resuelva se toman decisiones que pueden cambiar más de una cosa, pero tras la batalla nuevas consecuencias asoman en el horizonte. El deber separa dos corazones que permane...