Lonely

Capítulo 2

Salir del bloque de apartamentos de Seiya, fue duro y dolió casi físicamente, por suerte para mí aún era temprano, así que corrí hacia mi casa, podía haberme transformado, pero si alguien veía a Sailor Moon, solo llamaría más la atención y con el disfraz de Luna Pen pasaba más desapercibida.

Llegué a mi barrio agotada por la carrera, y con lágrimas corriendo por mi rostro. Me limpié las lágrimas, y me colé en casa, sin hacer ruido. Aunque sentí a mi madre en la cocina, así que me deshice de mi disfraz y fingí que acababa de despertarme, tenía sueño aún y era domingo, así que saludé a mamá, como si hubiera bajado de mi habitación, no había visto a Luna, pero esperaba que no estuviera en casa.

- Mamá - dije con voz suave. - Me levanté por qué quería hablar con alguien, pero he cambiado de idea. ¿Te importa si vuelvo a la cama?

- ¿Estás segura? - preguntó Ikuko seria, aunque estaba dudando sobre la veracidad de las palabras de su pequeña, pero no dijo nada al respecto. - Si crees que es lo mejor, de acuerdo, es domingo no tienes por qué estar levantada.

No dije nada más, era mala mentirosa y estaba a punto de romperme. Fui a la habitación y me cambie rápidamente a mi pijama, debería haberme duchado, pero quería mantener el olor de Seiya sobre mi piel, al menos por unas horas más. Chibi Chibi aún estaba dormida, así que me acurruqué en su espalda y le di un ligero beso en su cabecita, sintiendo un pequeño tirón en mi corazón que no entendí.

Estaba tumbada, aunque no me había dormido, pues estaba recordando la noche con Seiya y de pronto mis ojos se abrieron con sorpresa y algo de miedo, por qué, aunque Seiya había usado un condón en nuestra primera vez y por la mañana, yo no conseguía recordar si lo había usado en la ocasión en que yo le desperté por la noche, y eso era únicamente mi culpa si había sido así. De pronto, un ligero ruido me hizo mirar hacia el balcón y descubrí como Luna entraba así que aparte mi mente de Seiya y de ese ligero descuido, mientras trataba de fingir que estaba dormida.

Antes de darme cuenta, deje de fingir para de verdad quedarme dormida. Solo desperté cuando a medio día, mamá me llamó para que bajara a comer algo. Así que me levanté y me duché, no estaba muy segura, pero quería ver el último concierto de los chicos, no me atrevía a acercarme a Seiya, por qué no confiaba en mí misma para poder contenerme, pero si quería darle un último adiós, aunque fuera en la distancia.

Pero nada sería tan sencillo, y nada saldría como me esperé. Mamá me pidió que llevara a Chibi Chibi conmigo y yo acepté, pero por el camino me encontré a Haruka y a Michiru, quienes me dieron un ultimátum y me dijeron que me despediría en persona, cuando yo defendí a Seiya y dije que solo quería ver su último concierto. Eso me aterró, pero no podía decir que no, pues sabía que entonces ellas sospecharían algo, así que con el corazón en la mano toqué a su camerino, bajo la atenta mirada de mis dos guardianas y pasé cuando la voz de Yaten me dio permiso.

- Les deseo mucha suerte en su último concierto - dije intentando mantener mi voz estable, aunque estaba temblando. - Yo...

- Disculpen, amigos - dijo Seiya, interrumpiéndome. Y consiguiendo que mi mirada quedara clavada en él. - ¿Podrían dejarnos solos un momento, por favor?

- Seiya... - dijo Taiki con duda, y quizás algo de juicio en su voz.

- Solo quiero hablar con ella, Taiki - dijo Seiya, mirando un poco mal a su hermano.

- ¡Tienen cinco minutos! - dijo Haruka para sorpresa de Michiru y de todos los demás, mientras sacaba a su pareja del camerino.

- Espérame a fuera, ¿sí? - dije con una sonrisa hacia Chibi Chibi.