Cap 06

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En este instante me encontraba leyendo uno de los tantos libros que juntaban polvo en la biblioteca de mi casa.

Mi habitación estaba fría, y más aún siendo invierno. Solo se escuchaba el ruido del fuego de la chimenea cuando explotaba algun que otro pequeño pedazo de madera, quienes pronto se convertirían en cenizas.

Sostenía mi libro de tapas oscuras marrones, con sus letras doradas que adornaban la portada de este. Y en cambio en mi otra mano estaba aquella pequeña pelota de color bordo gastado, con alguna que otra rajadura ante tanto uso.

La lanzaba en el aire, y volvía a tomarla, por más que pareciera tonto aquel simple acto aliviaba a que no estuviera tan tenso.

Porque así era, estar en mi casa me despertaba todo tipo de sentimientos que no fueran buenos. Pero normalmente eran mantenerme enojado, incómodo, tenso, nervioso y triste a veces si me ponía a pensar demasiado.

–¿Draco, que piensas de este vestido?

La voz familiar y femenina se hizo presente en mi habitación, haciendo que quitara la mirada de mi lectura, y la concentrara en la puerta ya abierta. En donde justo en el medio del marco estaba Narcisa Malfoy, la mujer que me había traído al mundo.

Tenía sus manos finas en sus caderas, quienes eran tapadas por una faja de cuero negro, con correas del mismo tono. Parecía que realmente estaba apretando aquella parte de su cuerpo, pero no parecía molestarle, o por lo menos no lo demostraba.

El vestido era largo, tapaba sus pies, así que no podía ver si iba descalza o con zapatos de tacón, como acostumbraba a usar. Probablemente si intentaba caminar tendría que levantárselo un poco.

Como de costumbre, mi madre usaba ropa oscura, como casi toda mi familia. Así que no me sorprendió que aquella prenda elegida fuera de un color no llamativo, ya que se encontraba vestida con un color Verde Sacramento. Con mangas largas y sueltas, quienes flameaban levemente al caminar. Al igual que su falda larga.

–Me gusta el color.–Respondí simplemente, volviendo a posar mis ojos en el libro abierto. No sin antes pasar la página ya leída.

Mi madre soltó un bufido molesto, sabiendo perfectamente que no había cumplido sus expectativas con mi vaga respuesta.

–Draco, esta noche es la fiesta. Y ni siquiera haz abierto los trajes que te seleccione para que te pongas esta noche.–Volvio a hablar en tono de regaño.

Tomé aire profundo por mi nariz intentando no molestarme. Si había algo que me importara menos en este momento, era saber cómo iba a ir vestido a la estúpida fiesta que habían organizado.

–Si los vi.–Mentí, mientras lanzaba una vez más la pelota al aire y la agarraba.

Sentí su mirada quedarse unos segundos en mi, pero aún así no me moleste en poner mis ojos en los suyos.

Estaba en aquella típica pose con sus manos en jarra, y su mirada quien demostraba desaprobación en cuanto a mi comportamiento.

–Están en el mismo lugar en donde les dije a los Elfos que los dejaran, y sus envoltorios están cerrados.

Mi vista automáticamente se fue hacia donde los había visto en cuanto ingrese a mi cuarto. Cerré mis ojos molesto, y suspiré. Había olvidado completamente que ni siquiera los había movido de lugar.

Sus pasos caminaron por el suelo elegante de la habitación, con una de sus manos quien tiraba levemente hacia arriba la falda de su vestido para que pudiera caminar cómodamente.

Llego hasta el perchero en donde estaban intactos los tres trajes colgados, con sus respectivas fundas con cierres. Sus manos los tocaron, y una de ellas abrió uno de los envoltorios.

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