—Vamos muñecas, mover el culo. — soltó de pronto Conway. Sorprendidos ante lo espontáneo que sonó, ninguno reprochó.
Caminaron por unos tres minutos. Pasaron al lado de una zona bastante alejada del hospital, intentando ignorar varios gritos de auxilio provenientes de varias salas que aparentaban tener ya sus años.
Jack prefirió ignorar las insistentes preguntas que le proporcionaban los menores. Aunque soltó que era el área de "pruebas" y que si no cerraban "la puta boca" irían con ellos.
Cómo era mejor no arriesgarse, se resistieron a hacer silencio.
━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
— De acuerdo princesas, a partir de ahora serán dos pacientes más. — hizo una pausa para bajar el tono de voz. — Y como se les escape algo de los putos gritos de las putas habitaciones les aseguro que los enviaré directo con ellos. — su voz sonó tan amenazante que consiguió que un escalofrío recorriera el cuerpo del chico de obres bicolor.
Los hermanos asintieron ante la insistente mirada de Jack, quien seguidamente se fue sin decir ni una sola palabra.
Estaba a unos metros cuando el chico de hebras rubias gritó coqueto, preguntando por su número telefónico, a lo cual recibió un "capullo" como respuesta.
— Bueno, ¿Ahora qué? — interrogó el de pelo teñido.
— ¿Disculpa, Horacio? — respondió sobresaltado el contrario, quien no había prestado atención a nada de lo que había dicho su hermano.
— Joder, Gusnabo. — exclamó mientras tapaba su cara, ocultando una sonrisa. — Te había preguntado sobre qué haremos ahora. — insistió el de cresta.
— Bueno, supongo que hablar con algún enfermero. — murmuró más para sí mismo que para el contrario, aunque este lo comprendió a la perfección.
Horacio dejó plantado a su hermano para llamar la atención de un chico rubio vestido de enfermero, su piel era morena, tenía el pelo corto y portaba unos lentes oscuros que impedían admirar sus obres café.
El moreno no tardó en llegar hasta él sujeto.
— ¿Disculpa? — preguntó tímido.
No recibió respuesta, así que tosió un poco, llamando su atención, logrando que el chico se volteara y lo observara sorprendido.
— Oh, lo siento. No había notado que estabas ahí. — exclamó nervioso a la vez que frotaba su nuca. — ¿Qué necesitas? — cuestionó rápidamente, retomando la conversación.
— Mhm, mi hermano y yo — dijo a la vez que señalaba con el dedo índice la silueta de el chico de obres celestes, quien seguía en su "trance" — hemos despertado, y... — fue interrumpido.
— Ya entiendo. Mira, bonito, en esa máquina podrás notar que dice "A-Clatz" al tocarla te hará un cuestionario sobre síntomas y más. Luego, te entregará un ticket con un número y una habitación. Si tienes problemas podrás consultar con cualquier médico. ¿De acuerdo? — dijo mientras sonreía amablemente.
— Eh, sí. Creo que sí. Entonces, ¿Debo esperar en la habitación a que venga alguien? — preguntó confundido.
— Así es. Me gustaría seguir hablando, pero debo ir a atender a más pacientes, ten un buen día. — le guiñó el ojo mientras volteaba y retomaba su camino hacia lo que supuso que sería alguna habitación.
El de cresta se quedó quieto por unos segundos, intentando fijar la información que el chico le había entregado. Y una vez seguro de tener todo en mente, volvió junto a su hermano.
— ¡Gus! — exclamó mientras trotaba hacia el chico rubio, llamando su atención.
— ¿Horacio? — dijo mientras se gritaba para poder recibir a su hermano con una palmada en el hombro. — Hombre, no sabía dónde estabas. Creí que habías ido a ligar con el policía de antes. — se morfó el rubio mientras el contrario fruncía el entrecejo. — Bueno, que no es para tanto... — se disculpó bajando la mirada.
El más alto no pudo evitar reír ante la escena.
— Vamos, Gustabo.
Fue lo único que pudo decir antes de llevar -prácticamente a rastras- al contrario a la máquina que le habían mencionado anteriormente.
Allí hicieron lo que el enfermero le había indicado: seleccionaron "A-Clatz" y respondieron una serie de preguntas que consistían en síntomas y recuerdos.
Al finalizar el test, la máquina les ofreció un folleto que señalaba la habitación 2 C.
Al recorrer toda la primera planta, descubrieron unas escaleras que los llevaron al segundo piso. Al subirlas, los hermanos tomaron aire cansados y vieron un cartel de "á".
El chico de cresta estaba por regresar cuando sintió como la mano de su hermano se entrelazaba con la suya y lo arrastraba debajo de la cinta que limitaba el paso.
— ¡Gustabo! — pauso para tomar desesperadamente aire, mientras intentaba relajar sus músculos.
— Calla Horacio. — soltó con desprecio.
El chico de cresta no entendía que estaba pasando. ¿Por qué su hermano lo llevaría por allí? ¿Acaso había visto algo que él no?
Pues al parecer solo quedaba averiguarlo, siempre podían decir que se habían perdido.
- Maybe Today
Apocalypse ; 05
Hey, ¿qué tal? Espero y estés bien
Hasta aquí llega el capítulo de hoy, muchas gracias por las seis lecturas en el capítulo anterior. Lo valoro mucho <3.
(Por cierto, admiren el gif que he puesto)
ESTÁS LEYENDO
𝗔𝗽𝗼𝗰𝗮𝗹𝘆𝗽𝘀𝗲: 𝗔 𝗩𝗼𝗹𝗸𝗮𝗰𝗶𝗼 𝗔𝗨 (PAUSADA)
Hayran KurguApocalypse: A Volkacio AU, es mi primer fanfic. Un AU (Universo Alterno) pre-apocalíptico donde hay una grave enfermedad llamada A-Clatz, la cual cuenta con varias faces, y termina volviéndote totalmente loco. Horacio y Gustabo, se despiertan en me...