Maldita tarde de sábado sombrío,
las hojas suenan con mis pasos,
el viento me susurra tu nombre,
¡Ay dios, por qué aún te extraño!
Los árboles se mueven violentos,
aroma a miel, humo y humedad,
me pierdo en el tiempo por un rato,
¿Acaso yo te extrañaré de más?
El cielo gris me causa melancolía,
veo tu silueta, muy a la distancia,
entonces desespero y tú corres,
Oh, dime ¿Por qué de mí escapas?
Entonces me pierdo en el bosque,
llena de confusión aún te busco,
tú me guiaste aquí, me perdiste,
¿Por qué debiste jugar tan sucio?
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Como lavanda en el desierto
PoesíaAquí textos que nacen y crecen en mi cabeza. ¿Para qué los saco de ahí? Para no volverme loca.