Siento un eco a la distancia,
me recuerda aún tu ausencia,
no te he dicho cuánto te amo,
ni cuando estaba tu presencia.Me esmero en no pensarte,
y luego te acabo soñando,
eres la melodía en mi silencio,
¡Oh, por qué te extraño tanto!Cuando te abracé la última vez,
lo debí hacer más fuerte,
a dos centímetros de tu rostro,
a dos centímetros de besarte.Nadie me ha iluminado tanto,
ni me ha hecho tan feliz,
tú has logrado tantas cosas,
sentimientos divinos en mí.Quiero contar tus pestañas,
y ver tu rostro enrojecerse,
quiero quererte cada día,
así que por favor, por mí, vuelve.
ESTÁS LEYENDO
Como lavanda en el desierto
PuisiAquí textos que nacen y crecen en mi cabeza. ¿Para qué los saco de ahí? Para no volverme loca.