– ¡No puedo rendirme!
Aquél grito dejo desconcertados a todos. Takemichi se encontraba en su pelea con Kiyomasa. El ojiazul estaba claramente en desventaja, aun así había exclamado que no se iba a rendir.
– ¡Tengo motivos para no rendirme! Kiyomasa, de la Tokyo Manji... – el nombrado se tensó levemente – ¡Si de verdad quieres ganar, vas a tener que matarme! ¡No pienso perder!
– ¡Tráiganme un bate! – gritó mirando al público que los observaba – ¡Como quieras! Te mataré.
Las personas presentes empezaron a murmurar, cuestionando lo último dicho por el pelinegro.
– ¡Apúrense!
– Oe, Kiyomasa – una voz nueva se hizo presente en el lugar, llamando la atención de todos, los cuales voltearon a ver de quien provenía.
– ¿¡Ah!?
– Estás asustando al publico – volvió a repetir acercándose junto con dos personas más a sus espaldas – No intentes pasarte de listo, imbécil.
– Una trenza rubia y un tatuaje de dragón en la sien...
– No puede ser...
– El Subcomandante de la Tokyo Manji... ¡Ryuguji Ken! ¡El mismísimo Draken!
Exclamaron, para que luego un rubio que venia detrás de Draken se echará algo a la boca al mismo tiempo que cierta pelinegra mordía el último de sus pocky para volver a subir su mascarilla negra.
– Nee, nee, Kenchin – lo llamó el otro rubio.
– ¿Ah? No uses ese estúpido apodo aquí.
– Se me acabaron los dorayakis – le informó infantilmente mientras sonreía.
– Mooo... – exclamó triste la pelinegra – Ken-Chan... Mis pockys se acabaron.
– Aaaah....- suspiro, él más alto buscando entre sus bolsillos – Ten.
– ¡Arigatõ, Ken-Chan!
– Hai, hai. Solo dejan de usar ese patético apodo aquí.
– ¿Quiénes son ellos? – preguntó el pelirrojo.
– ¿Acaso no saben dónde están?
Se sorprendieron al ver a todos los del publico inclinarse y poner sus manos de tras de su espalda.
– ¡Oskaresama desu!
– ¡Oskaresama desu!
El ojinegro lamió su mejilla quitándose el resto de su aperitivo ingerido para empezar a caminar junto a la chica a su lado.
– ¡Otsukaresama desu, comandantes!
Comandante Sano Manjiro.
Comandante Sumiyoshi Natsuki.Ambos comandantes de la ToMan empezaron a caminar en dirección de aquel rubio decolorado con una expresión sería.
– ¡Sano-Kun, Sumiyoshi-San, estoy en la banda 3! ¡Me llamo Akaishi!
– Estorbas – le dijo Draken pasando a su lado – Mikey y Natsuki solo hablan con quienes despiertan su interés.
– Lo siento.
Los tres siguieron caminado con la vista fija en aquel chico del futuro.
– Otsukaresama des- – un rodillazo golpeo su estómago quitándole el aire.
Ni Mikey, ni Natsuki se detuvieron ni voltearon a ver al pelinegro que ahora se encontraba afirmando su estomago tratando de que el aire volviera a llegar a sus pulmones con normalidad.
– Kiyomasa, ¿desde cuándo te crees tan importante? ‐ le pregunto el de trenza – Baja más la cabeza al saludar a los comandantes.
– H-Hai...
La Sumiyoshi se detuvo antes que Manjiro, dejando que este se acercase en su totalidad haciendo que el ojiazul se callera hacia atrás.
–Oye, ¿cómo te llamas?
– Ha-Hanagaki Takemichi – respondió desacertado.
– Ya veo. Takemicchi – repitió el rubio con seriedad.
– ¿Eh? ¿Takemicchi?
– Take-Chan – dijo esta vez la ojirojo sonriendo debajo de su mascarilla.
– ¿Chan...?
– Eso fue lo que dijeron – le respondió el de tatuaje en la sien.
Mikey se puso de cunclillas y agarró la parte trasera de la cabeza del Hanagaki para mirarlo a los ojos.
– ¿De verdad estás en secundaria? – eso lo sorprendió – Takemicchi, a partir de hoy somos amigos, ¿si?
– ¿Eh?
El apellidado Sano se levanto dejando a un desconcertado Takemichi en el suelo mirándolo confundido.
– Suki – llamó a la chica, haciendo que esta lo volteara a ver.
Él solo sonrió para girarse por completo y caminar hacia el de cabellos negros que ya se había recompuesto de aquel golpe.
– ¿Tú organizaste esta pelea? – le preguntó sin dejar de acercarse.
– Hai.
Manjiro sonrió antes de darle una parada directo en su rostro, antes que él cállese el ojinegro lo afirmo de su cabello para luego con una mirada cínica acercarlo a su rostro.
– ¿Quién demonios eres? – su puño impacto sobre la mejilla de Kiyomasa, para así repetir esa acción una cuantas veces más dejando a todos desconcertados.
– ¿Eh? – balbuceo Takemichi al tener ahora a la chica frente a él.
– Ten – le extendió uno de sus pockys – Esperó que podamos ser amigos también – le dijo mientras bajaba su mascarilla y sonreía.
– A-Arigatõ... – susurró, recibiendo aquel dulce.
Natsuki se volvió a levantar poniéndose a un lado del rubio más alto que la miro de reojo para que ambos fijaran su vista en su otro acompañante.
– En fin – dijo el Sano luego de haber terminado lo que hacia volteándose a ver a sus amigos con una sonrisa y sangre en su rostro que provenía de Masataka – ¿Nos vamos, Suki, Kenchin? Las peleas clandestinas son una idiotez.
– Dejen de arruinar la reputación de la ToMan.
– No abusen de las personas, desgraciados – suspiró la pelinegra siguiendo a ambos varones que ya se estaban retirando.
– Tekemicchi – lo llamo Mikey – Nos vemos.
– Bye, Bye, Take-Chan~
– Suki – la llamó el comandante de la ToMan.
– Reaccionen de una vez y lárguense.
Natsuki entendió lo que quiso decir y sacando unos pañuelo se puso a su lado para empezar a limpiar los rastros de sangre ajena, mientras que el contrario sonreía complacido por aquella atención que le daba la azabeche.
Cosa que aquel chico que venía del futuro pudo ver, empezando a preguntarse que había cambiado para que Sano Manjiro cambiara.
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Créditos imagen de multimedia.
Gracias por leer^^
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❀ 𝒜 𝓉𝓇𝒶𝓋ℯ́𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝓉𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ ❀ 𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘×𝙾c ❀【ᶠⁱⁿᵃˡⁱᶻᵃᵈᵃ】
Fanfiction- ¿Por qué usas mascarilla? - le pregunto el rubio quien se encontraba sentado en el techo junto a ella. Ambos se encontraban en el techo de la casa de la ojirojo viendo las estrellas, tan solo tenían una corta edad de 5 años, pero a ambos les gusta...